lunes, 23 de abril de 2018

Ada Elena Ferraro

UNA MUJER

Una tarde de Octubre en la orilla del mar,
sugiere rimas la brisa.
Desaparece en el horizonte
la muchacha que arrodillada ante Dios,
pedía llorando que el hijo que latía en su seno
no fuera mujer.
Tiempos difíciles para ser poeta,
hembra luchadora.
Se impone su esencia que busca igualdad.
Desafiante ante el mundo
con la pluma escribe, con la boca calla
y, como flores perfumadas
los versos se deslizan sobre el papel.
Un día, muy cansado, su espíritu se hunde
en la verde inmortalidad.



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