Julio Almiron
I
Ya no hay refugio
para estas manos
que sangran por dentro
el perdón es un soldado
sin cuartel
La noche habla
mientras todos los hombres
imploran
a un Dios de barro.
II
El humano baila
sobre agujas negras
mientras el tejido
cubre todas las asperezas
que marcan la noche
con pies
de hormiga.
Pintura de
Laura Montanaro
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