Febrero es verde
y danza su tiempo en el reloj de arena.
Enfermo de distancias
tiende su cansancio entre las notas de la risa.
En la cintura de la noche
enciende pájaros y jacintos amarillos.
Febrero está hecho de hierbas y plegarias,
de frutos extranjeros,
de huesos mojados de tristeza.
Febrero es verde
como las estrellas del miedo.
Un tiempo distinto golpea la ventana
despertándome de esta huida
salvaje que me protege del dolor.
Observo a mi alrededor y la vida, sin tregua,
me reclama con sus dedos de vidrio y melancolía
Mis ojos de hueso se rasgan
para no ver el torbellino de almanaques,
relojes, luz y sombra acumulando días.
Nada se detiene. Todo continúa.
Todo.
La vida. Cualquier calle
Extr de OASIS DE INFINITO
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