Pintura de Isidre Nonell
PROBLEMAS DE OTROS
Finalmente
acepté que mi novia me lleve al médico. Bueno, novia novia a lo mejor
no es la palabra.
Si lo fuese, yo no tendría por qué confundirme tantas veces su nombre.
Pero ya soy un hombre grande. Cuántas mujeres pasaron ya delante de mis
narices, además las pendejas de ahora no se fijan en esa clase de
errores. No les calienta. Lo que sí les importa
y mucho, es que uno se mantenga en una buena posición económica y que
esté más o menos presentable. Entonces para no andar con idas y vueltas
le dije a mi chica que
bueno, que está bien,
que me lleve al médico, total el dinero me sobra, algún tratamiento de
morondanga no me va a mover la aguja económica. La esperé enfundado
dentro de mis mejores ropas. Ella me besó la frente en cuanto llegó y me
dijo: no, la corbata en la cabeza hoy no. Salimos.
Llegamos a lo del profesional. Así que nos estamos olvidando un poquito
las cosas, me interrogó el doctor a quien no había visto nunca antes.
En realidad, miré de costado a mi novia, lo que pasa es que me gusta
tomar fuerte y luego se me va la memoria, les
pido disculpas a ambos. En especial a vos Carla, mi amor. Dejaré de
beber. Cuando la volví a mirar, ella asentía con la cabeza y la mirada
clavada en el suelo. Veremos que pasa en el futuro dijo el médico, y
extendió unos papeles que pensé debía llenar yo,
aunque lo hizo ella. Como tengo muy buena vista fui leyendo a la
distancia algunos de los casilleros que iba completando: Nombre
completo: María Rissio; Profesión: asistente social; Relación con el
paciente: hija; Número de consultas con éste profesional:
aprox. 15 en los últimos 6 meses; Motivo de la internación: Trastorno
de la memoria, Pérdida de la realidad; Obra social: ninguna, el paciente
se encuentra en estado de pobreza y abandono absoluto; Relación del
paciente con la bebida: abstemio…y había más
casilleros que se iban llenando. No quise seguir leyéndolos. Es mejor
no andar enterándose de los problemas de los otros.
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