PACHAMAMA
¡Oh
, tierra que te conviertes en árbol
y el árbol en diosa que mira el cielo
y fecunda el aire con sus rubores
arropando flores sin el vil hielo!
¡Que la madera retoñe aromada
y en su piel burile sus arreboles,
la risa de Dios, la voz del anhelo
y un tiempo nuevo de lunas y soles!
y el árbol en diosa que mira el cielo
y fecunda el aire con sus rubores
arropando flores sin el vil hielo!
¡Que la madera retoñe aromada
y en su piel burile sus arreboles,
la risa de Dios, la voz del anhelo
y un tiempo nuevo de lunas y soles!
Son
de flauta
Monótona
y sabia
la
flauta recorre el aire,
con
el aire que respiro
en
el son de la nostalgia.
Monótona
y sabia
se
enreda , se agazapa,
se
cuela ingenua
trenzando
cándida la brecha
entre
la duda aleve
y
la certeza fiera .
¡Cuánta
soledad musita blanda,
serena,
unánime
mi
oído hambriento de utopía,
mi
palabra parca de justicia,
mi
ojo sediento de bonanza,
mi
tacto febril de alma humana,
mi
respiración plena de manzana en gracia,
mi
sabor amargo de tanto olvido,
mi
sabor de miel y caramelo herido!
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