jueves, 1 de octubre de 2015

Carlos Cuccaro



Sueño
con una osa muerta en medio de la autopista

Sueño
con una virgen que sangra por la boca

Sueño
con la ceguera

con los caminos
de la incertidumbre

Alla,en mi infancia,
mi padre silba un tango
que ya nadie recuerda

Aquí,en la noche,
tus piernas abiertas
tragan
toda mi sal,
hasta convertirme en telaraña








Mi espíritu
se lanzó
hacia los confines
del amanecer,
bebiendo
los vestigios
de su propia vida


Ahora,
mi voz está llamándote
para navegar
por la bahía transparente
que se formó en tus manos

El resto es la Nada

Es una llovizna de pétalos
sobre 
nuestros hijos dormidos

Del libro Tharsis
Ediciones Calivú  Leovú

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