martes, 31 de julio de 2018

LAK-BERNA Nª29


Directora :Gladys Cepeda 
https://lak-berna.blogspot.com.ar/2017/
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Lak-berna Revista https://www.facebook.com/pages/Lak-Berna/649006895208007 y LAK-BERNA Grupo en FB donde pueden publicar su material
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Editora Y rec0piladora : Gladys Cepeda


Invito a visitar la 2 Antología de LAK-BERNA

https://www.yumpu.com/es/document/view/59459383/lak-berna-antologia3pdf-2

Una edición especial donde participaron escritores y artistas visuales que participaron desde los principios de la revista

https://www.facebook.com/groups/489841611211897/
Gracias por sus palabras !!!!!!! de apoyo
Un saludo para todos

Nerina Thomas

Este otoño

Andan buscando al otoño
y no lo encuentran.
Quizás se han marchado sus hojas,
o el viento se ha apoderado de ellas.
La nostalgia espera junto a la estufa
el té, siempre o clock, a las diecisiete.
El poeta escribe igual junto a la ventana
y la abuela se mece en el sillón vienes.
Nada es como antes, será eso, la globalización
habrá influido, el gas aumenta en nueva fecha
los días se acortan y oscurece mas temprano
aunque uno madrugue para que Dios lo ayude.
Será eso.
Este otoño está demorado.
De igual manera, canto nanas a mi nieta
aunque el verano no quiera irse.
Al otoño , no lo encuentran
anda vagando por Europa.
Será eso.
 
 Un hijo que es feliz
Trasmuta todas las penas
invita a caminar con alegría.
Cada día es un viaje a la esperanza
de cada secuencia de su vida.
El paso del tiempo se agradece
aunque la tintura tape mis canas.
Sus cuidados me enaltecen
dibujando sonrisas en mi rostro.
Ya es un hombre
y suelo celebrar sus logros.
- Es feliz - e invento un canto
cuando acaricio su barba
recordando ese tiempo
que lo encontré con trece años
afeitando sus bigotes.
Ver en su nido tantos libros
que han cultivado su existencia
aprueba
que no fue en vano
haberle elegido muchos
en cada cumpleaños.
Como poder disfrutar
que ha apostado al amor
con todo lo que implica el hecho.

Marita Rodríguez-Cazaux


EL VERDADERO CANTAR DE SALOMÓN


Un dios creador, inmisericorde
entre los mantos sacros y el Testamento
de mi padre Moisés, se burla
de este hombre que soy.
Me nombra Rey y me encarcela en la lisonja
de El Cantar de los Cantares
para volverme eterno,
y me arrebata la Tierra Prometida
me exilia de la patria de su sexo,
de sus pechos como torres de marfil.

No me es dado alojar el pensamiento
en el pecho que por ella, siento pecho
y el destierro de amor es la sentencia.

Sea entonces atributo de mi espada,
de mi cetro de oro y mi corona
abominar del trono donde reino
bendecido y circunciso.
Abominar de glorias, de conquistas,
de campos de batalla,
del valor del tribunal y la sapiencia
de justo corazón.
Abominar de la inmortal historia
que me nombra
si no puedo nombrarla por amada.




PASIÓN



Como todos los días de lluvia,
día de saltitos sobre charcos.
Estertores azules en la vereda
se abren a navajazos.

Día de música tediosa, mendicante.
Luz de candiles sesgados
en la lonja de la pared del huerto.

Un día en que entorno la ventana
y te veo -aún- doblar el codo de la calle,
las manos dentro de los bolsillos,
las solapas del impermeable levantadas.

Y tu nombre me sale por la boca,
toda mi voz hasta ese pozo sube 
y se desvela de pasión mi verso.

© Carlos Enrique Cartolano

                                                  
ofelia 2120

                                                                                                                      según predicciones de
                                                                                                                         Stephen Hawking

cuando el planeta se abandone/ ella aún a flote
será un cadáver vivo/ ni manipulación genética ni
calentamiento global/ ni una guerra atómica o la posible
explosión cósmica habrán impedido a Ofelia ese suicidio
prolongado
 porque nada contamina su remanso
en la corriente sinfín/ ni en museos de la mirada:
este humano en fuga/ la lleva consigo en oculares


celo femenino 1504 ac

ese mosquito conoce la tumba privada de luz
de amenofis/ tras crónicas amenothep I/ mientras
la academia de arqueólogos y el orgullo egipcio
declaran buscarla todavía

        el insecto zumbador conoce
del rey más que un manual/ supo su sangre para
madurar desoves y del exquisito sudor equino
durante la campaña de nubia

el ángel de lanza llega por fin hasta mi noche
algo en él comunica ánimus femenino  al arma/ acaba
por despertarme/ y canta la trompa asesina
de meritamón  hiriendo a nefertari

. Del inédito “Abarrotes”, de próxima publicación


         Fotografía  David Gil | Model: Helen de Vega

Paco Granados



LA MUJER DEL INTERNADO

Cuatro amigos decidieron ir a visitar el internado donde sus madres habían estudiado. Tenían muchas ganas de ir y al fin poder hacer esa ansiada visita, pero jamás podrían imaginar la sorpresa que allí les esperaba. Al llegar al orfanato, ahora era una especie de museo. Estuvieron visitando las instalaciones, los patios, las galerías, las clases, y la capilla. Visitaron todo lo que pudieron. Uno de ellos tenía un amigo que trabajaba allí y les dejó entrar al museo para que pudieran apreciarlo sin prisas. Llegaron a un salón precioso, era redondo y de estilo árabe. Estaban cautivados por aquella decoración. Prosiguieron su camino por aquel enorme edificio, llegando a un pasillo que permanecía oscuro. Tenía puertas a ambos lados, eran antiguas. José quiso entrar por una de ellas, pero Vanesa y Sonia se negaron. Tenían miedo de que las dejara solas en aquel pasillo tan oscuro. Ángel que se encontraba con José, consiguió convencer a Vanesa y a Sonia para entrar en una de aquellas habitaciones. Al entrar por una de ellas vieron que los muebles que allí se encontraban eran bastante antiguos. Parecía el dormitorio de las antiguas alumnas. Las camas estaban con sus sábanas y colchas puestas.  En el armario había ropa antigua, y eso les chocó. Era raro, pues aquel lugar no estaba abierto al público. Decidieron dar otro vistazo al lugar e irse de allí. Cuando se disponían a salir se escuchó un fuerte golpe, que provenía de la habitación que se encontraba al final del pasillo. Ángel y José quisieron ir para ver lo que era, pero las chicas les dijeron que sería mejor que no. Lo mejor era marcharse de allí. Algo raro les estaba diciendo que debían salir de allí lo antes posible. Pero ellos, lejos de sentir miedo, siguieron allí, y fueron hacia aquella habitación. Estaba cerrada con llave. Ángel pensó que lo mejor sería marcharse de allí, pues sería imposible abrir aquella habitación. José pensó que sería lo mejor. Y cuando se disponían a marcharse, la puerta se abrió sola… Los dos se miraron y sin pensárselo entraron. Una vez allí, comenzaron a tener un frío intenso y en una de las esquinas se encontraba una mujer entre sollozos. Sintieron algo de miedo, pero Ángel un poco más envalentonado que José se acercó. No entendía que hacía esa mujer allí sola y entre lágrimas. Ángel poniéndole la mano en el hombro, le preguntó qué era lo que le ocurría. Pero sin darle tiempo a poder ponerle la mano en el hombro ella se giró y le miró. Tenía una mirada profunda. Ángel quedó perplejo sin saber qué decir. José preso del miedo, intentó salir rápidamente de la habitación, pero era imposible, la puerta se había cerrado sola. La mujer con aspecto y voz fantasmal se dirigió a ellos…



“Vosotros lo pagaréis”
Vanesa y Sonia, esperaban fuera sin saber lo que allí estaba ocurriendo. Comenzaron a inquietarse al ver que no volvían. Decidieron ir hacia la habitación y tocaron en la puerta para llamarlos. Era inútil, pues no respondían. Se quedaron esperando sentadas en la escalera. Un ruido les alertó, ellas al mirar vieron a aquella mujer. Caminaba a paso lento sin dejar de quitar su mirada sobre ellas. Vanesa y Sonia entraron hacia aquella habitación, mientras la puerta se cerraba sola dando un gran portazo. Desde aquel día no se supo más de Ángel, José, Vanesa y Sonia.
Cuenta la leyenda, que en aquel antiguo internado se ve a una mujer deambulando por los pasillos y atrapa a todo aquel que entre en sus aposentos.

lunes, 30 de julio de 2018

Mainak Adak

                                              
Se queda todo

Se queda todo aquí, mira-----------
Tantos libros en la estantería, la mayoría de esos
libros aún no se ha leído.
No ví aún el juego de cambio de las estaciones
No ví tampoco como los arboles se brillan
Por las nuevas hojas en silencio,
Pero los arboles lloran
Cuando sus hojas se caen.
Cuando los nuevos pájaros vinieron
en los nidos del año pasado,
los viejos pájaros se despidieron por tocar
sus picos a nuestra ventana.
¿Lo viste?

Se queda todo aquí, ¡mira!

¿Quien va con la enfermedad?
¿Es un ángel?
¿Es el primer ladrón de este año?
¡Métele en tu regalo!
¡Aconséjale a tener fe en este mundo!
¡Dile que todo se queda aquí------
No pudimos devolver la paz a este suave mundo
Teníamos un corazón con las miradas estrechas,
Por eso, nos ponemos triste antes de dejar el mundo.
¡Dile a los niños imprudentes---
Nadie está tan triste como un tacaño
Diles de aprenderlo del árbol de mango.
¡Mira! ¡Qué alegre está la hoja del mango!
La fruta ya ha tocado el corazón de la tierra.

 

El amor metió una silla

El amor metió una silla en el jardín
Había la sombra, la ternura, también la yerba
Había unas heridas de lluvia sobre la taza moldeada…
El amor metió una silla en el jardín
Pero nado vino sólo, nervioso, con paso lento----
Nadie se sentó aquí.
La noche se pone más profunda.

Aún no se sentó nadie aquí.

La profunda noche se acabó.

Aún no se sentó nadie aquí.



Pintura de Salvador Dali

Miguel Ángel Caceres Garcia

                                                


LA GRAN MADONNA



                                           (  A IO PORQUE DESEO VERLA NUEVAMENTE SONRIENDO )

 Entrabas por la puerta de la clase

con toda tu grandeza, con todo tu señorío

Eras una SEÑORA rebosante de humildad y candor

Tenías tantas ganas de aprender que...

a pesar de tus primaveras nos dejabas boquiabiertos

Yo te miraba asombrado.

Y me decía esta es una GRAN MADONNA.



Tus escritos eran pura ternura y emotividad.

Tu voz grave pero hermosa

Tus facciones ajadas

descubrían que habías debido de ser

muy guapa, muy apuesta, muy mujer.



Un día dijistes que te tenias que marchar

a que arreglaran tu maltrecho cuerpo.

 Han pasado unos meses

Y ya no conoces a quienes te admirábamos.



Quiero, anhelo, sueño

con el día en que mirada

se cruce con la tuya

y ver en esos dulces ojos

tus ganas de aprender GRAN MADONNA

( MADONNA es un término italiano-medieval que define a una mujer de la nobleza o destacada por alguna razón 


  Pintura de Rafael

Norberto Barleand

                       
                                            


    SOLEDAD DEL TIEMPO Y LA MEMORIA


Fugaron
con un gemido agazapado

y estaba solo,

en las nubes del adiós,
irremediablemente solo

como un trueno moribundo,
un rosedal de nieve y de sombra
solo en los latidos del tiempo,
solo en las plegarias de la aurora,

el húmedo viajero de trasnoche,
las cicatrices del barro en las paredes

El vino amargo desterró las flores
los nombres que pronuncio
oragando el luto del olvido.

Solo con el pulso en caravanas
sostienen los muros.
Viento y polvareda
en  cúpulas vacías
golpeando las campanas

                                       y la soledad que se escurre entre los hijos
                 
                                      


    CAMPANARIOS




Ojos cerrados,
la mirada oblicua.

Sucumbe el nido de los cuervos
cayendo por campanas de miedo

cuando llueven murciélagos sin capas
que muerden el cielo de la noche.

Los faroles ajados
no encienden las tinieblas


y las rosas del espanto
preludian
la codicia
            de los hombres.

                           

  Pintura de Emilio Celeiro


Silvia Favaretto

                                                   
VOYEUR

Desde que nací
No ejerzo otro oficio
Que llevar puestos dos pechos
Y una herida sangrando,
Dos ejes como ojos de par en par abiertos
Y una boca que no sabe callar,
Dos muslos a menudo partidos
Y un ombligo para inundar.
Trabajo de mujer,
Me visto, me maquillo,
Estudio para complacerte y
Cuando termina el día
Escribo.
Escribo con mis pechos, con la herida,
Con ojos, boca, muslos y ombligo.
Si mirás bien podés verme,
Desnuda,
En este poema.



VOYEUR

Da quando sono nata
Non esercito altra professione
Che avere addosso due seni
E una ferita sanguinante
Due fulcri come occhi spalancati
E una bocca che non sa chiudersi,
Due cosce spesso divaricate
E un ombelico da inondare.
Lavoro come donna,
Mi vesto, mi trucco,
Mi formo per compiacerti e
Quando finisce la giornata
Scrivo.
Scrivo coi miei seni, con la ferita,
Con occhi, bocca, cosce e ombelico.
Se guardi con attenzione potresti vedermi,
Nuda,
In questa poesia.

ME DESMIENTO

Me dejo hacer el amor por el silencio
Amordazada y maniatada
Lo dejo desvestirme
Y hundirse hacia mis huesos,
Dejo que me envuelva sin gemidos,
Lo dejo que se apodere de mis sentidos,
Sólo le pido que me lleve la cruz
Sólo le requiero que se la lleve,
Al final de esta unión
Que ha de durar talvez un siglo.



MI SMENTISCO

Lascio che il silenzio mi faccia l’amore
Imbavagliata e ammanettata
Lascio che mi svesta
E sprofondi fino alle mie ossa
Lascio che mi avvolga senza gemiti
Lascio che s’impossessi dei miei sensi,
Gli chiedo solo di portarmi la croce
Gli richiedo solo che la porti lui,
Alla fine di questa unione
Che dovrà forse durare secoli.


La noche de los cuerpos (Proyecto editorial La Chifurnia, El Salvador, 2014).

Pintura de       Silvia Favaretto

Rossella Bovolenta


La fotògrafa Rossella Bovolenta ha realizado en noviembre 2017 un viaje a Birmania, en esta ocasiòn ha entrado en contacto con las mujeres Ka Yan y de otras etnias, en las montanas del centro de Birmania.

Gustavo Tisocco


                                                 

Ella la muerta.

Sube al colectivo,

baja,

aparece,

se esconde,

percibe,

se mutila, trabaja de día, de tarde,

de noche lava, plancha,

se prepara para el otro amanecer.

Pálida sucumbe,

respeta,

no levanta su voz

se peina -nunca se despeina-,

cede su asiento,

reza mucho -cree poco-,

no llora,

no ríe.

Ella la muerta

que no ama,

no siente,

no grita,

la que nunca nadie miró,

la que nunca nadie soñó,

que no tiene niños, gatos

ni jazmines.



Ella es la muerta que camina sin lápida.











En tus espacios inconclusos
acuné mis sombras.
¿Pasa el tiempo o somos nosotros
los que doblegamos sin sentido las agujas del reloj?

Fecundamos sueños, risas y amaneceres,
pero insensiblemente el hijo quedó atrás
perdido en valles de coral y bruma.
No hay mercaderes, ni cartas marcadas.

Océanos impetuosos sin barcos.
Montañas de arena fugitiva.
El film que nunca vimos y
la cuna que quedo sin flores.

Las risas se tornaron vertientes oculares,
después nostalgia, resignación,
para culminar en la sombra
que hoy se anida en tu espacio inconcluso.

Obra de Salvador Dali