miércoles, 31 de diciembre de 2014

Norma Padra(Argentina)

pintura Rene Magritte

Puerta

La puerta sintió el dolor
de los adioses.
Inicio de una nueva travesía;
dos pasos hacia delante
una existencia muda
se hace posible.
Para fugar con la memoria,
desde el silencio lila,
el corazón va rumiando
la infancia
donde el cielo
destila cantos.

Hojas de fuego


Busco desenfrenadamente

el instante

que iluminó el fresno

mostrando

sus púrpuras hojas.

Mezcla de cielo oro y fuego

en las ramas.

-Lo recuerdo-

una tarde a la vera del río

alondras cantaban

despidiendo al día.

Lucía Serrano (Argentina)

                                                 Obra Felipe Noe

STORMS –
(traducción al inglés por  Bárbara Briscioli)

Unleashed fury,
everything was interior.
I grew so,
with the whirl
of the wind,
inside my heart.
(of the book “Blues for the Crown”)

TORMENTAS – L.Serrano


Desatada la furia,
todo fue interior.
Crecí así,
con el torbellino
del viento,
dentro de mi corazón.

(del libro “Blues para la Corona”)



I RETURN FUTURE – Lucía Serrano
(traducción al inglés por  Bárbara Briscioli)

Bye
majestic
yesterdays,
statues
of
white
elephants.

I return future 
to find you

 (of the book "Candy"). 


 VUELVO PORVENIR


Adiós
ayeres
majestuosos,
estatuas
de
elefantes
blancos.
 
Vuelvo porvenir
para encontrarte


                                               (Lucía Serrano del libro "Caramelo

Beatriz Palmieri (Argentina)


                                                            Los chicos


                                                            La  Galera

Antonio Medina Guevara (España)

 


NO MATÉIS AL GORRIÓN"
 

Fragmento de la obra:
Otro día vino Marina. Con mi madre.
Me alegré mucho al verla. Ella es la mejor de mis <amigos>.
Le agradecí mucho su visita, que venía de lejos; se lo dije,
pero creo que no me oyó.
Se quedó un buen rato llorando después de dejar un ramo de
flores raras y preciosas.
No dijo ni palabra.
Tenía la mirada de una mujer enamorada; le brillaban los ojos
como dos luceros…, y pensé nuevamente en el hombre que esté
a su lado… ¡No sabe la suerte que tiene…!
Se fue como había venido: Llorando.
¡Que bonita que es Marina…!
¡¿Y mi madre…?!
Mi madre tiene su cara igual a la de la madre de Isabel:
blanca y transparente.
¡Que pena de mi madre…!
Con su rostro que es el espejo del rostro de algunas madres.
Tiene la mirada húmeda de niebla, llena de lamentos…,
con una melancólica hermosura que es un retrato de sus
pensamientos.
Sus cabellos siguen siendo negros y sedosos; unas canas,
blancas, como hebras de mármol y plata, ya empiezan a tintarlos.
Al verla, pienso que la tristeza es siempre de color blanco y que
a ella ya le sale por sus cabellos.
Su piel es pálida como el alabastro de las tumbas, pero
rabiosamente bonita, como si por los poros de su piel se filtrara
todo lo que lleva dentro.
Ya perdió sus primaveras, pero aún le brillan los ojos…,
¡como dos estrellas!
Esos ojos tan llenos de sol; tan llenos de antes y de noche,
con lágrimas de cera y cristal…, ¡como a una dolorosa…!
¡Que pena de mi madre…!
Sus días están enterrados en la misma tierra de mis noches:
¡donde se pudren los huesos!

María Marta Donnet (Argentina)

Pintura de Jim Warren
  
Detrás de las persianas
A Celia Gominski
Llena tu ausencia
el plato de sopa
las veredas de mi pueblo
el hambre
que me hiciste.
Una amalgama de odio
muerde
la rabia en mi cintura
la mudez
de mi entrepierna
cuando doy de comer
al animal en vos.
¿No pudiste llegar a nado a la plaza
que hicimos en tu vientre?
¿Acaso no pudiste volver
a buscarte en mi infancia?
¿No pudiste detenerte en tu abandono
para alcanzarme?
¿No pudiste?
¿O quizás no fue suficiente
alimentarte de mí?
No sé cuánto hay que apretar
para no tener miedo
entonces
te devuelvo el ocaso
que nos regalaste.

La transparencia
A Olga Orozco

Ya no estoy.
Detrás de los puentes de tus ojos
una boca me nombra
un dragón
ilumina esa fosa frugal
donde la luz.

Ya no estoy. No me encuentro.
Escondida en el ropero inocuo
de la infancia
ni en la jaula triste
que albergó mi tumulto
jaulapájaro
que hostigó mi inocencia hasta perderme.

Ya no estoy. No me encuentro. ¿Adónde fui?
¿Hasta el aliento mustio de la arena mojada
en el recinto de tu boca?
¿O fui hasta tus encías azules que me nombran
aparecida y mortal?

Ya no estoy. No me encuentro. ¿Adónde fui? ¿Dónde soy?
¿Soy en las garras de tu camino de ajadas huellas
en tu vientreviento?
Soy el reflejoausencia de tu espejo vacío
fosa cueva habitada y desaparecida

Marta Pizzo(Argentina)





Ventanas
Instintivamente miró sus manos frías: nada; ni un vestigio de sangre sobre el despótico temblor...
La escena trastornaba la atmósfera del cuarto; ni el retrato agreste del jardín pintado en la única ventana que no advirtió, lograba ennoblecer su sacudida humanidad.
Y se encontró tan solo, estallado en la trampa que él mismo organizó, en fecha y hora exactas, cuando se puso a expensas de la provocación..
No llevó mucho tiempo ni demasiada destreza la estructura. No hicieron falta excusas ni rencores. Un juego, eso, un popular y fatal juego que penetró sus debilidades más profundas y se apropió de su apagada voluntad. Aún convulsionado por la explosión y las imágenes -en locos movimientos- comenzó a cerrar una por una las ventanas, que se llevaban tras de sí espurios cuerpos inertes, cruelmente destrozados, brevemente extintos...
Cuando hubo acabado de cerrar la última ventana, ya con la habitación en completo silencio, desvió su exhausta mirada y acercó los ateridos dedos al calefactor.
Luego, de un tirón, desconectó la P. C. sin respetar los laberintos de apagado, se levantó y encaminó hacia la ventana tarareando “Sólo le pido a Dios…”
La pólvora le olía a sahumerio de violetas.


martes, 30 de diciembre de 2014

Wenceslao Maldonado (Argentina)

                                              Pintura Salvador Dalí
   
  1. Dialogos de Pájaros 

                Poemas escogidos
                                 (1)
no sé cómo explicar que en un segundo
se te transformó el semblante
cuando descubriste
en el balcón un nido
de torcacitas
con dos pichones piando por la madre
ilusión y recuerdos
me pareció leerte
en la mirada
me imaginé que basta
un vuelo de pájaros
para volver a veces
desde dolor del adulto
a la sorpresa del niño
…………………………………………………………………………………
                             (2)
como manojos
se desparraman plumas
en aleteo breve
al caminar urgente en la vereda
de las palomas
saben
que mi paso no espanta
el frenético picoteo
del hambre
con sólo transeúntes
la calle sin palomas
sería poco humana

Jorge Riveiro (Argentina)

 




II

Victimas de la hemorragia
de las dudas
por las claves ardiendo
en las estanterías


los litigios obscenos
los ojos desiguales
los parpados ciegos
por el trigo encorvado
suelen ser complices
de los números redondos



BUENOS AIRES es tan gris
como el océano gris
sin poder oir siquiera
loa velos negros de una gaviota


 del libro Ostinato Buenos Aires

Foto ext de Google