Artista BERNHARD HEISIG
Imperio
Los
sueños del terco
arremeten
contra su propia suerte.
Lleva
en su cabeza la cruz
sobre
todos los vientos.
Acontece
que
en virtud de su fatiga
detendrá
la marcha
y
testigo del paisaje estepario,
el
pan resultará
al
fin
horneado
por el diablo.
Huelo
a soledad
Trago
insolencia
porque
no calzo los zapatos;
porque
mis ojos reducen
lo
que engordan los sueños;
porque
una moneda
no
se toma recreo en mi bolsillo...
Somos
lo concreto que no existe
la
salud del cuento que anhelamos,
una
frontera hecha espejo
en
el viejo muro.
El
mar no cruza los anillos
cuando
arrasa
el
imperio de la carne
carga
historias de veredas
¡pero
en muy fino el cordón!
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