Pintura de Ian Malaj
La
nieve me puebla,
soy
una constante canción
de
cuentos viejos.
A
veces me destierro
en
una comunión
de
árboles cantores.
Desde
donde alumbras el parto
de
mis tristes palabras?
Aquí
muero,
inaugura
una flor
de
mi último diciembre.
Voy
dejando en los cuentos que inventa el aire
mi
hora circular
y
en su racimo de sueños conjugados
la
inconclusa canción de una violeta.
Del libro Y
LA LLOVIZNA LEVE
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