domingo, 11 de septiembre de 2016

Diego Mendes Sousa

                               Pintora:Emily
 
Serenata para los ilusionados

Amor no me dejes sufrir...

Hay días
en que el corazón
se rompe
se deprime
se ahoga
y me duele hasta en el alma
que se comprime
que se hiere
que se destruye
y después del canto
nada más resta
ni la fuerza del encanto
que la vida explica
que el sueño baila
que el tiempo mata

Amor no me dejes azul
pues la piel va a sudar
la boca empieza a sonar
la canción de los pequeños
desventurados

Amor no me dejes morir



Ánimo poeta

Hallaste la polifonía de tu Musa
robusta enigmática deprimente estricta

no hubo la catástrofe mayor:

el verso malo
el verbo no inventivo
sólo los adjetivos que insistieron

-- pero qué te falta...
¿qué te falta?

-- ¡la filosofía retumbante
del bienteveo esta mañana
de diciembre
lluviosa, Mon Amour !


Frisson a la Rilke

Que el tiempo no rechace nunca
el pabilo prisionero y perplejo
del Amor
pues la sangre – motor de la vida – palpita
rarificada
tras la llamada escondida de los Astros
a debilitar el malestar del mundo
que arrastra el azul sobre el blanco:
el aire puro de la felicidad

Sólo el Amor filtra la ofensiva
de la amargura en cualquier corazón
y derrama lo inusitado sobre el rostro
a rociar lo eviterno
y a aprehender el martirio del tedio
que deslumbra
la existencia sofocante
en recatos de sabiduría nublada

Del Libro Vesuvio
Trad.Helena Ferreira

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