René Magritte
1
“Para ser poetas hay
que tener mucho tiempo: / horas y horas de soledad son el único modo
/ para que se forme algo, que es fuerza, abandono / vicio, libertad,
para dar estilo al caos. / Yo ahora tengo poco tiempo: por culpa de
la muerte / que se me viene encima…”
Pier Paolo Pasolini
entre el mal y el bien de
este amor que está tan dividido
que me hace bien que me
hace mal de a ratos
y que me está matando pero
que me da vida
porque con este amor se
puede hacer cualquier cosa
menos evitar sus
consecuencias
y aunque envejecemos cada
vez de modo más acelerado
y se nos despedaza por
centímetros la piel
y no sabemos en qué cama
poner tanto amor
ni con quién o con qué
nos acostamos o despertamos
y los fragmentos de estos
cuerpos desmenuzados
que nadie levantará por
temor a contaminarse
se unen en una noche
cualquiera para tocarse
con los pies con la cabeza
y con las manos
con la sola intención de
unir cada pedazo
de cada amor por este país
que está tan dividido
y que me está matando
2
en algún momento volvimos
a ser menos humanos
por dos monedas y una
sonrisa lo vendimos todo
profesamos historias ajenas
como propias nos hicimos otros
hasta olvidamos los nombres
de nuestros hijos
entonces
qué decir de la historia
celebramos la vida cuando
todos se han muerto
y sin darnos cuenta nos
morimos con ellos
nos sacamos los ojos
nos cortamos la lengua
en algún momento
intentamos rescatar la memoria
sin decoro ensayamos la
obra de todos los hombres
de todos los poemas
3
sobre sus narices
en las calles sin muros
en las sombras de la vereda
hay hambre
en el cigarrillo que se
termina
en el estómago que duele
en el sexo de la mañana
hay hambre
en la noticia que miente
el hambre
4
qué difícil será para
ellos pensaba la otra noche
una más de las tantas que
me mantienen en un insomnio
dosificado con gotas de
limón que se inyectan a mis ojos
y sin poder cerrarlos y a
fuerza de tanta perseverancia con
vaya una a saber qué
propósitos han logrado que
me mantenga por años
despierta de noche y como
si esto no fuera suficiente
no puedo ver tampoco ni despierta
qué pasa realmente en el
día
y si no fuese por ellos
a los que les hago tan
difícil su estadía nocturna
entre charlas superficiales
humo rancio y un vaso de vino barato
mientras sujetan mi mano y
me tientan cada tanto a no escribirte
ya sabrías que no quiero
que me hables no quiero que me escuches
porque de tanto estar con
ellos me estoy convirtiendo en un fantasma
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