That
was the last entry in her diary, in a series of such leather bound
volumes which lined an entire shelf in her bookcase. Her entire
life, since the day they had been assigned "The diary of a young
girl" in school, had been chronicled in the brown worn out, dog
ear'd diaries, in the most brutal yet exquisite details.
Her
first crush and it's secrecy, the first time she saw the blood ooze
out of her for five days and its discomfort, the first time she went
to see a movie without her parent's permission and its forbidden
pleasure.
The
hit of the first joint that she smoked with her friends and its high,
the thrill of kissing the cute guy as a part of a truth or dare game,
and its flush.
The
first touch of foreign hands, on her breasts and its desperate
craving, the first whisper of hot air against her clavicle and its
chill down the spine.
The
first night after the wedding and it's passion, the first pregnancy
and its excitement. The first stillborn, and the excruciating,
unbearable pain.
Everything
in the most brutal yet exquisite details. The diaries, happily
condemned to bear the burden of secrecy and stories, conjectures
and ramblings.
The
words flowed out of her pen, with an ease and contentment which
beffitted a swan in a pristine lake, in the green, bright
countryside.
Yet,
the experience of her first rock concert of Eagles of Death Metal
remained unreported. As the Bataclan Theaters fell silent, so did
she. Forever. And, contrary to her belief, the sword of human beings'
greed for power once again reigned supreme.
La
traduccion en español :
...
Fue
la última entrada en su diario, en una serie de tales volúmenes
encuadernados de cuero que se alineó en un estante entero en su
librero. Toda
su vida, desde el día habían sido asignados "El diario de una
joven" en la escuela, había sido crónica en el marrón
desgastado, los diarios manoseados, en los detalles los más brutales
pero exquisitos.
Su
primer amor y su secreto, la primera vez que vio la sangre exudar
hacia fuera de ella durante cinco días y su malestar, la primera vez
que fue al cine sin el permiso de sus padres y el placer prohibido de
la película.
El
éxito de la primera articulación que fumó con sus compañeros y la
alta de fuma, la sensación de besar el lindo chico como la parte de
una verdad o se atreve juego, y su calor.
El
primer contacto de las manos extranjeras, en sus pechos y el deseo
desesperado del contacto, el primer susurro de aire caliente contra
su clavícula y su escalofrío por la espina dorsal.
La
primera noche después de la boda y su pasión, el primer embarazo y
su emoción. El primer muerto, y el dolor agudísimo, insoportable.
Todo
en los detalles más brutales, sin embargo, exquisitos. Los diarios,
felizmente condenados a soportar el
agobio del
secreto y historias, conjeturas y divagaciones.
Las
palabras fluyeron de su pluma, con una facilidad y satisfacción lo
que correspondió a un cisne en un lago prístino, en la campiña
verde y brillante.
Sin
embargo, la experiencia de su primer concierto de rock de 'Eagles' de
'Death Metal' siguió siendo no declarada. Como los Bataclan Theatres
cayeron en silencio, lo hizo ella. Para siempre. Y, contrario a su
creencia, la espada de la avaricia del ser humano para el poder reinó
suprema una vez más.
Traductor Mainak Adak
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