jueves, 20 de diciembre de 2018

Gladys Cepeda



Nestor sentado en la mesa de “LA AVENIDA” el bar espera a Julia, sus dedos largos y finos juegan con el resto de los sobrecitos de azúcar, hace pelotitas y las apila hasta crear una torre con la cabeza gacha piensa -¿para que me habra citado? - ¿de que me quiere hablar esta turra? seguro por la guita, siempre habla de eso, me tiene las pelotas llenas, pero si sabe que no tengo laburo fijo desde hace dos años-. La ira se refleja en su mirada, aplasta los papeles, el mozo pasa a su lado con la bandeja bajo el brazo, en el lugar solo hay una pareja que no dejan de sonreírse, un hombre anota en un cuaderno mientras saborea un vino, el dueño en la caja charla por teléfono. Por la puerta se distingue a una mujer alta con el paso apurado que va hacia la mesa de Nestor.

-Hola- dice con frialdad -hola, Julia-ella se sienta poniendo su cartera en otra silla, cuando el mozo viene y pide un café.

-¿Qué tal como estas?-La mirada de ella se clava en el rostro de él

-Mira no vine a hacer sociales, solo quiero que firmes los documentos para autorizarme salir del país con Macarena –Nestor, con la mirada inyectada en odio contesta -pero... vos estas loca, ¡ni lo sueñes!, no voy a permitir que te lleves a mi hija, para irte lejos con ese turro de novio que te buscaste, ya me lo veía venir- 
La voz de Julia se abre en un grito -¡TU HIJA, PERO POR FAVOR!, no me hagas reír, cuando te acordás de ella, vos te crees que por un par de regalitos y unos pesos miserables que me pasas, lo vas a solucionar todo mira mejor, ni hablemos de eso... ademas a vos no te importa, yo solo quiero tu firma- los papeles caen sobre la mesa- y mejor que no hables querés que te haga recordar sobre los mensajitos que te encontré en el celular con esa puta barata de Cecilia--¡Pero de donde sacaste eso! - dice él -lo que viste solo eran chistes entre la gente de la oficina-!callate y no me hagas mas el chamuyo!- 
El mozo llega y pone el café sobre la mesa pasando un trapo dice -por favor le pediría que no haya escándalo- 
 El mozo se va, Julia con los ojos puestos hacia la nada, da vueltas la cucharita, por un momento quedan callados, él observa las paredes cubiertas de fotos de famosos abrazados con el dueño.
Julia mientras bebe su café lentamente,aplasta hasta que quedan negros los bollitos

-Mira Nestor, espero sepas lo que estas haciendo, si no va a terminar mal-

- ¿Es una amenaza?- responde Nestor con furia -decime bruja, ¿ES UNA AMENAZA?- La mujer terminando de tomar su café le dice:

-mira tomalo como quieras-con un movimiento rápido, se levanta , mientras se aleja con una ultima palabra -

- !el café pagalo vos !- dando media vuelta, se aleja .

Nestor furioso golpea la mesa y se le escucha -¡Puta madre !- en forma contundente.Julia regresa dándole una bofetada, comienzan a gritar y empujarse. El mozo asustado se acerca e intenta separarlos, pero ellos de reacción rápida lo integran a la contienda y comienzan a pegarle él que trata de defenderse, el dueño del bar llama a la policía, al instante se escucha la sirena y se ve a dos policías que entran armados.

-Por favor,pare!¡Pero escúcheme somos actores, estábamos ensayando, para un próximo programa de televisión, es un reality sobre familias, por favor no nos lleve, nos van a firmar un contrato exclusivo,¿ No es así Julia contale por favor decí algo?-Julia enmudecida solo asentía con la cabeza. De los agentes solo se oyó esta sentencia mientras le ponían las esposas.

-Ensayo.... ensayo, si hasta le pegaron a ese pobre hombre, déjense de jorobar. mire a mi no me interesa... las explicaciones, la dan en la seccional .

-Pero.., no miento- dice tartamudeando - laburamos de esto, en serio, llame a Rodríguez, el productor-. 
Los policías los sacan a la calle, ella sale lloriqueando casi en silencio, el piensa mientras sube en el auto, putea por lo bajo a todos pero, especialmente a su profesor de teatro, la vocación y el estilo basado en Strasberg.

La calle queda con el sol de la media tarde, mientras de puntos distantes salen hombres con sus cámaras de filmación, y otros con cámaras de fotos sonríen y se alejan, pensando que buena nota acaban de conseguir. Adentro mientras todos no dejan de comentar lo sucedido, el dueño sonríe pensando quien iba a pensar que iba a lograr tan buena publicidad para su negocio, mientras termina de ordenar, y dice -No se porque después se quejan de que la televisión y los diarios no sirven- su risa al unisono con otras risas inundan las paredes oscuras de madera gastada y desarman el esquema de la rutina.

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Pintura El inca

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