miércoles, 19 de diciembre de 2018

Susana Cattaneo






A mis hermanos de la vida




Toma la copa, hermano.
Sé que hay un mundo de sombras que nos sigue de cerca; arenas cansadas y cielos quebrados que temen la muerte.
Hay un gemido de gaviotas que se adorna de ortigas y abarca los mares.
También lámparas y campanas sordas. Ojos apagados de tanto mirar lejanías y tal vez, una cruz horadando esperanzas. Toma la copa.
Se escucha un extraño sonido de árboles que crecen en la mitad del mundo.
Vibra el llanto de alguien que perdió el calor de las palabras.
Creo que juntos es posible recorrer el sueño de las hadas y que de la mano podemos caminar sin medo por toda esta tristeza,
Aún podemos, hermano. Bebe: la copa tiene vino, miel y luz.
Tómala porque a pesar de todo en algún lugar, sigue naciendo la vida.

del libro “Esa nostalgia de mí”.Editorial Alhucena



 Seré la luz
     que esplende
            por todas las penumbras.
El invierno
     de cada enamorado.
La erosión del mar
                 en las piedras solas.
Las tempestades
             que golpearán raíces.
La noche plata
          sobre un callado océano.
Aquellas vacaciones.
                               Aquel viaje.
Cada tarde vivida entre la lluvia.
Seré
       las huellas de la playa
                               en otros mundos.
La sal de los orientes.
                      Lejanías de puertos
                                            y leyendas.
La extranjera errante.
                           Aquella que encuentres
                                                   en tus pasos.
Seré todas las cosas.
                    Seré el olvido.


 del libro “Lluvia sobre toda soledad "Editorial Extranjera a la intemperie.







     Pintura      Christian Schloe.                             

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