Procura engrosar su vocabulario, no pronunciar palabras groseras o inadecuadas y refinar modales. “Pretendo que me respeten”, dice. La comprendo: una cosa es el espectáculo y otra muy distinta la cotidianeidad. Por eso es que estudia canto. “Me pulo”, dice. Bah, aprende. Si aparecieran bolos como actriz para tiras o una propuesta como secretaria de algún conductor de programas de entretenimientos, lo aceptaría. Más adelante, ya verá. Depende de ella. Y de la suerte, de las circunstancias. Le adelantaron sotto voce que tratarían de ubicarla para protagonizar un filme de “sexo explícito”. Y que también se distribuiría fuera de nuestro país. Me da la impresión de que rechazará la cosa. “No quiero encasillarme”, me dijo. Por mi parte, le ofrecí un apoyo más comprometido. Ayudarla a crecer. Lo está pensando. No sería la primera que se afianza en base a mi experiencia, conexiones e iniciativas. Y ella lo sabe. Siempre tuve buen ojo: clínico. Desplegaría su potencial. Me necesita. Y me conmueve lo bastante. Sé donde hay . Para mí, vivificante desafío. Pudiera constituirme en su Roger Vadim. Sería delicioso y apasionante. ¿Cuán maleable, plástica en mis manos, con mi perspicacia? Que lo piense … , que lo piense. Y le ofreceré aún más. Le ofreceré venirse a vivir conmigo: una relación estable. Para su familia, demás está puntualizarlo, inequívocamente, sólo seríamos amigas