Artista Shelly Wilkerson
ABUELITO
WENCESLAO
Haciendo
la vista gorda a los deberes de escuela, cerré la tabla de
logaritmos, miré la puerta de casa y me fui a lo de mi abuelo
Wenceslao que vive muy cerca del cementerio.
Me
gusta mucho ir a lo de Wenceslao porque me cuenta cosas raras y
divertidas; además, el café con leche y la tarta de ricota que
siempre me esperan en lo del abuelito son más ricos que el mate
cocido dietético y las tostadas quemadas de mamá.
Siempre
le llevo flores a Wenceslao, las compro a la pasada (begonias son sus
preferidas, pero como no había en el puesto de Gregorio, hachegonias
le compré).
Me
esperaba mi querido abuelo con su sonrisa a la diestra del corazón
al lado de la vieja mesa de la cocina; sobre ella, el enorme tazòn
para el cafè con leche y dos pedazos grandes de la tarta de ricota.
Lo
primero que me contò fue que la hembra del gusano marino de la
especie Bonellia viridis pesa 100 millones de veces más que el
macho; que cuando uno de los dos o los dos al unísono andan con
ganas de reproducirse, el macho le solicita a la hembra pesada que es
él quien debería estar un ratito arriba, pero si en esos momentos
tan especiales para los viridis, la hembra muestra signos de malestar
alguno o hace el más breve comentario sobre su suegra viridis,
entonces el macho hace mutis por el faro y calladito se dispone a
leer los avisos clasificados del diario mientras silba un tango de
Julio Sosa (el tanguero preferido de abuelito).
Qué
bueno lo que me contó Wenceslao.
Mañana
tengo zoología en la escuela y les contaré a mis amigos. También a
la profe así se pone contenta; pobre mi profe, siempre con cara de
berenjena olvidada en la heladera sin enchufar. Mamà dice que la
profesora siempre està enojada porque no tiene un hombre a su lado.
Pero bien contenta deberìa estar ya que vive con once gatos. Yo no
tengo ninguno porque mamà no me deja. ¿Ya les contè que ella
cocina muy mal?
Muchas
gracias, abuelito Wenceslao, la semana que viene vuelvo y espero
conseguirte tus benditas begonias.
Y
que me avisen si te mudan.
Muchas y son muchas las gracias y los abrazos que te mando, querida vos mi amiga editora Gladys; geniola y te felicito por la pintura maravillosa que adjunta a cuesto Abuelito Wenceslao, gracias. Siempre un alegrìa lechona ser parte creativa de la geniola revista LAK-BERNA... saludos y gracias
ResponderEliminarGracias amigo por participar siempre tus palabras son un apoyo enorme para siempre seguir adelante con todo
EliminarBuenisimo, Vecchi: hay inocencia.
ResponderEliminarGracias por visitar el blog
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