Pintor Pablo Picasso
Semblanza
Empleado de Ventas
A vos no te tocó / estar en la repartija / de los pocos / que ser reparten todo.
Vos la mirás pasar / y rememorás / mejores tiempos.
Tiempos / de cuota paga, / cochecito de domingo / y alguna salida al mar / si las cuentas lo permiten.
Alguna vez / pretendieron melonearte / punteros exitosos y predicadores varios / pero tenias algo de barrio, / de feca, de esquina, de yugarla / y un vecino gallego comunista, / que a saltos, puteadas y gayola ; te batió la justa.
Luego te ganó la vida / y perito mercantil / de noche recibido / te metiste a empleado / corredor, encargado de ventas; / completaste sueldos / con buenas comisiones.
Pero siempre igual, / la malaria / cada diez años te persigue.
Y otra volta / la vez pasar / como pasan las ilusiones / de pibes emprendedores / que estuvieron a tu cargo.
Y ahora sin poder jubilarte / el trompa del negocio / te pone en la tele, / los discursos / de dos conchetas prima damas / presidenciales. / Predican como monjitas puras y beatas, / hablan del sueño americano / con esfuerzo, estudio y trabajo.
Mientras, vos / puteas por lo bajo / y soñás con llegar a fin de mes.
Poema
A los compañeros desaparecidos .
Un socavón de ruinas para el 24 de marzo-
atenaza Buenos Aires.
Somos los hijos de la desesperación
los hijos de los hijos que desaparecieron
los hermanos de los secuestrados.
Los padres anónimos
de las simientes que hoy caminan
por las calles.
Será por siempre
y a cada instante
que debamos dar cuenta
de dónde se paró cada uno.
Si le puso alas al asombro
coraza al terror de los terrores
una cascada de hiel
a la indiferencia
una gota de amor a la ternura
una pesada luz de parto
al sendero del Nunca Más.
Hoy estamos parados y maltrechos
con viejas cicatrices
arrugas en los párpados.
Podemos conocernos y tocarnos
en la vuelta global de las heridas
en las diminutas poses cotidianas.
Como largas caravanas de espectros
aquí estamos y estaremos.
Los descendientes de la flor
los militantes de las hojas
los ilusionistas, malabares
equilibristas y titiriteros.
Buenos Aires nos golpea nuevamente,
con otras ruinas y recodos
en el precio de estar vivos
en la razón de la existencia.
Mordiéndonos los miedos
para tratar de matar la angustia,
uniendo las ganas y la bronca.
Semblanza
Empleado de Ventas
A vos no te tocó / estar en la repartija / de los pocos / que ser reparten todo.
Vos la mirás pasar / y rememorás / mejores tiempos.
Tiempos / de cuota paga, / cochecito de domingo / y alguna salida al mar / si las cuentas lo permiten.
Alguna vez / pretendieron melonearte / punteros exitosos y predicadores varios / pero tenias algo de barrio, / de feca, de esquina, de yugarla / y un vecino gallego comunista, / que a saltos, puteadas y gayola ; te batió la justa.
Luego te ganó la vida / y perito mercantil / de noche recibido / te metiste a empleado / corredor, encargado de ventas; / completaste sueldos / con buenas comisiones.
Pero siempre igual, / la malaria / cada diez años te persigue.
Y otra volta / la vez pasar / como pasan las ilusiones / de pibes emprendedores / que estuvieron a tu cargo.
Y ahora sin poder jubilarte / el trompa del negocio / te pone en la tele, / los discursos / de dos conchetas prima damas / presidenciales. / Predican como monjitas puras y beatas, / hablan del sueño americano / con esfuerzo, estudio y trabajo.
Mientras, vos / puteas por lo bajo / y soñás con llegar a fin de mes.
Poema
A los compañeros desaparecidos .
Un socavón de ruinas para el 24 de marzo-
atenaza Buenos Aires.
Somos los hijos de la desesperación
los hijos de los hijos que desaparecieron
los hermanos de los secuestrados.
Los padres anónimos
de las simientes que hoy caminan
por las calles.
Será por siempre
y a cada instante
que debamos dar cuenta
de dónde se paró cada uno.
Si le puso alas al asombro
coraza al terror de los terrores
una cascada de hiel
a la indiferencia
una gota de amor a la ternura
una pesada luz de parto
al sendero del Nunca Más.
Hoy estamos parados y maltrechos
con viejas cicatrices
arrugas en los párpados.
Podemos conocernos y tocarnos
en la vuelta global de las heridas
en las diminutas poses cotidianas.
Como largas caravanas de espectros
aquí estamos y estaremos.
Los descendientes de la flor
los militantes de las hojas
los ilusionistas, malabares
equilibristas y titiriteros.
Buenos Aires nos golpea nuevamente,
con otras ruinas y recodos
en el precio de estar vivos
en la razón de la existencia.
Mordiéndonos los miedos
para tratar de matar la angustia,
uniendo las ganas y la bronca.
Hermoso verso, sal, piemienta y miel para la memoria, para los sobrevivientes, un guión espiritual para seguir luchando.
ResponderEliminarmuy bueno. la angustia no se muerde se libera en la lucha continua.
ResponderEliminarmuy bueno. la angustia no se muerde se libera en la palabra de la lucha continua.
ResponderEliminarmuchas gracias por visitar el blog
ResponderEliminarun saludo afectuoso