Foto Chiara Fersini
Las ilusiones son burbujas. Las desilusiones son balas de cañón."
"Acabo de soñarte que acababas de amarme y te dormías en mi pecho. Y en mi pecho soñabas, veía yo tus sueños, que acababa yo de amarte y me dormía en tu pecho."
"Y aprendió a ir viviendo y no a ir muriendo."
EL BIEN DOTADO
Era una poza de agua cristalina extraída del subsuelo, apenas de cuatro metros cuadrados, y en medio de los cañaverales. Ahí nos remojábamos después de la faena de campo. Desnudos nos lanzábamos a sus frescas aguas, y con cinco usuarios casi copábamos la eventual bañera.
Un lunes a medio día, como de costumbre, nos lanzamos felices a refrescarnos, pero de pronto vimos un integrante inesperado, era «el bien dotado», dio un gran salto, cayendo sorpresivamente en medio de todos, quedamos aterrados y salimos huyendo
. Moraleja: escapa de las exageraciones.
LA PROPUESTA
No la conozco y ella tampoco me conoce, pero tenemos que dormir en la misma cama.
Entre la inconsciencia y el instinto rueda mi cuerpo hacia ella, mi pierna roza la suya, y como por impulso automático ella se aleja unos milímetros. Luego mi mano cae sobre la suya y queda inmovilizada... la dejo en mi entrepierna... La propuesta está echa. Lo toma o lo deja
Las ilusiones son burbujas. Las desilusiones son balas de cañón."
"Acabo de soñarte que acababas de amarme y te dormías en mi pecho. Y en mi pecho soñabas, veía yo tus sueños, que acababa yo de amarte y me dormía en tu pecho."
"Y aprendió a ir viviendo y no a ir muriendo."
EL BIEN DOTADO
Era una poza de agua cristalina extraída del subsuelo, apenas de cuatro metros cuadrados, y en medio de los cañaverales. Ahí nos remojábamos después de la faena de campo. Desnudos nos lanzábamos a sus frescas aguas, y con cinco usuarios casi copábamos la eventual bañera.
Un lunes a medio día, como de costumbre, nos lanzamos felices a refrescarnos, pero de pronto vimos un integrante inesperado, era «el bien dotado», dio un gran salto, cayendo sorpresivamente en medio de todos, quedamos aterrados y salimos huyendo
. Moraleja: escapa de las exageraciones.
LA PROPUESTA
No la conozco y ella tampoco me conoce, pero tenemos que dormir en la misma cama.
Entre la inconsciencia y el instinto rueda mi cuerpo hacia ella, mi pierna roza la suya, y como por impulso automático ella se aleja unos milímetros. Luego mi mano cae sobre la suya y queda inmovilizada... la dejo en mi entrepierna... La propuesta está echa. Lo toma o lo deja
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