martes, 19 de julio de 2016

Julio Bepré

                                       Foto de  Lars Meyer
                                             

HOY DE PRONTO



No es posible ampararse con maneras sombrías

y así ocultar el fondo lesivo de una suerte.



Llegamos hasta un sitio henchido de palabras,

entre ávidos números, entre inútiles puntos

y líneas con mil fugas y ninguna ventura.



Insomnes caminamos con fatigoso afán

para enhestar el alma con la fe de otro inicio

y transidos volvemos sin lucir nuevo rostro.



Y no es posible ya intentar predicciones

porque la realidad impone su altiva certidumbre

y nos conduce a todos por riesgosas mudanzas.



Hay un rencor perpetuo que invalida tajante

estos últimos días fragmentados e iguales.



Mas de pronto escuchamos la risa de unos niños.





EN LA CERTEZA



Pronto llegará la penumbra

y hostigará todo a su paso.



Acecharán luego las sombras

y todo quedará como escarpado

y largo espacio intransitable.



Pero puedes hablar y recordar

tu cuerpo mismo y las líneas

cimbreantes de alguien

que aún repara con amor

el asiduo zigzagueo de tu paso.



También habitarás algún estío

en un mes inicial de latitud ansiada

para baldar los gélidos sucesos.



Después el cielo atronará

y enseguida la lluvia

dispersará el sugerente aroma

que la tierra libera complaciente.



Mira el descenso rítmico del agua,

siente el atabal discontinuo del trueno

y mira el súbito destello del relámpago

desde el grato reparo en el que te hallas.



Todo ahora parece prometerse

y sonríes porque al fin lograste

vivir una certeza no esperada.

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