martes, 29 de noviembre de 2016

Andrés Aguirre

                                            
                                                Pintor    Zdzislaw Beksinski

Nadie se acuerda como es un cadáver
Como huele
Hasta que las cucarachas
Exhiben sus pedazos por el barrio

Comienza la soledad
Y Dios soporta las náuseas de nuestros corazones

Nadie recuerda el sabor de un cadáver
Durmiendo en los rincones de la tarde
Cucharada de miel tibia
Perfume seminal en un paladar aplastado

Los cadáveres mienten asustados
Repletos de melancolía
Extrañan ver
Las heridas infectadas de sus padres

Anhelan recibir
Mensajes de amor antes de dormir
Eternas despedidas
En medio de la asfixia

Los cadáveres dicen
Lo que nadie dice
Sienten
Lo que nadie quiere sentir

Saben el costo
Que debemos pagar
Por haber reído



Anda moribundo
El amor
es un puñal oxidado
que recorre el cuerpo tristemente
Deja en las heridas
miel y sal
El amor
anda moribundo
como un niño
que agoniza de fiebre
que despierta
pidiendo pan y agua
Las termitas en su marcha
arrastran su cadáver
en un fúnebre recorrido
hacia su sofocante nido
Devoran sus propios hogares
Se sacian de lo cotidiano
Como el amor
destroza el fondo de las cosas

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