viernes, 23 de marzo de 2018

David Flores Heredia

BALAS, BALAS, BALAS Y
    MÁS BALAS

“Balas, balas, balas y
más balas, siempre
lo mismo: asesinatos, extorsiones,
advertencias, crímenes políticos,
venganzas siniestras y venganzas
pasajeras, de amor, de pura
emoción,
balas y venganza,
venganza y balas,
 
balas, siempre pasando la
medianoche se hacen presente con
su trueno pá! anunciando otro muerto,
otro herido, la misma pregunta: “¿quién fue?”,
las mismas advertencias: “no te asomes k te puede caer”,
el mismo miedo de los
niños inocentes: “¡hay mamita qué miedo!”
la chismosería:
“vamos a ver dónde ha sido”,

nunca se sabe qué pensar al respecto,
a veces hay ráfagas:
tá tá tá tá tá tá,
tal como si martillara
un demonio,

en ese momento
¡qué hacer!,
¡qué chucha hacer!
te repites, te repiten:
“así es, es así,
así es, así es”,

la noche cubre al silencio
con su manto de reflexión
y de miedo,
mientras los medios aprovechan
y utilizan los asesinatos
como teatro de la realidad,
haciendo de ellos
tremendos estrenos nocturnos,
con impresionante narración de los hechos,
en todo un programa exclusivo,
para ver antes de dormir
y al otro día preguntarte
¿por qué sientes miedo?

muertos en la televisión,
silencio, miedo,
todo es tan peligroso y
tan tranquilo a la vez,
el orden no existe,

en un país
donde robar te da
más plata que estudiar
¿qué chucha
puedes hacer?”



SHAKESPEARE DE MADRUGADA

“Yo a ese señor lo conozco:
ese señor se keda hasta las 6 de la mañana
conversando consigo mismo o escribiendo
parte de su diálogo en un papel (noche a noche)
todas las madrugadas.

Le gusta mucho el Teatro y, en especial,
la Comedia, por eso para con puros Chistosos,
y actores de la Calle, de esos que sonríen sinceramente,
que no pueden ocultar su maldad.

 Le gusta, también, ver la vida como en un cuadro, una tragedia,
como una película, como una fotografía, todo su mundo
dando vueltas con música y visiones de alegría.

Le gusta hacer la descripción de sus hechos
versando pasajes tristes y apelando al verso poético
o a la rima decadente, según califique la lectura de
sus textos, que gusta criticar, destruir y volver
a intentar escribir.

No se queda tranquilo durante
su coloquio de madrugada, cada cierto tiempo
(una hora y media)
observa la calle desde la ventana y
el balcón, para mirar los detalles
y regresar a seguir conversando consigo
mismo, mientras escribe o lee o habla solo
(en silencio o en voz alta).

Le dicen Shakespeare porque está loco
y le gustan varias de las obras del mentado,
pero también porque le fascina el erotismo artístico,
las rimas y letras de sabios,
poetas, escritores, músicos, viajeros, médicos, economistas
y bandidos de alto calibre.

La Calle es su Mundo aunque esté encerrado
en sus pensamientos, pues los otros que también
mueven al Mundo son su mayor preocupación,
le gusta retratarlos, incluirse, e intenta darles voz,
porque de ellos depende el
equilibrio o el desequilibrio
de su país (por ser mayoría).

Todas sus noches que, poco a poco, se transforman en días
terminan con él echado en un Gran Silencio, dejando que los
pensamientos vuelen y se pierdan
y así, también, dejando que, poco a poco, se vaya callando
la Música y se quede dormido
porque ya viene el día”


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