T O D A S L A S M A N O S N O S E P A R E C E N
Colgar dormido de
un parapente
D E S E O
y N O V E R
basura que se
acumula en esos orificios de ciudad
tan parecidos a mí
no leo hace 5
meses como desaparecida
hace más de 20
semanas que gusto de escapar de la falsedad
a medias,
la verdad se apaga
de noche
para tomar esta
melodía en un vaso
herirme la lengua
raspar mi estómago
con una queja.
Viví un último
verano de desmotivaciones
que ahora acuño en
la moneda hoja
sin metales de por
medio
será Dios
o alguna nueva
mentira vestida con los tordos que caminan en los alrededores de mi oficina
será esta
imposibilidad de acabar con las ideas de muerte
de la mía propia
frente a la
pantalla LED
será que me
consume la tinta como lo sugirió mi madre
o quizás será que
mi padre ya no soporto más
y se desencadenó
de cintas para derramar el odio acumulado
así le suma a mi
placer de ausencia
al que ya no
tengo,
que se apagará con
maullidos de gato
será que la
familia más grande es la culpa
de no haber
parchado bien este agujero del corazón
y la sangre aún
brota por debajo
cada mes cada vez
más dolorosa
cómo olvidar de
una vez el dinero de que me hace falta
cómo volver a
coger un lapicero con el logo de una empresa de color vistoso
y luego hincarme y
convertirme en lo real
de la felicidad
y no lo real de la
amargura
T O D A S L A S M
A N O S N O S E P A R E C E N
POEMA SIN TITULO
En dos minutos de
odio escuché el ranking de la radio
di rienda a la
nueva heterodoxia
en el rostro del
más viejo de la sala
y en dos minutos
más de odio causé el mal mediante un grupo de mensajes de móvil.
La revolución
estará completa cuando la lengua sea perfecta: reducida a una palabra,
y el espanto se
vivirá en no saber cómo llamar a un alarido bajo la piel.
Es random la
inteligencia y el miedo no es perfecto
es sencillo
hacerse cargo de revivir
y atar los cuerpos
a un cableado por donde se robe internet.
La tv nos llena la
cabeza con ideas insanas
le dan dos minutos
de opio a los asientos en primera fila
y comete un crimen
que suena retórico.
De mi nacen los
niños que tiemblan
se rompen las
columnas de la casa para que sangre una familia
se compra cocaína
mientras ellos soportan el hambre en una esquina
lloramos el
desamor frotando una toalla
algún muro de
ciudad tirita
y vuelan plomos
para cuatro inocentes
nosotros empozados
en tinas de panfleto
crecen las fobias
para sentirnos
puros rompemos nuestras uñas
no admitiré la
hipocresía de tomar en brazos a la maestra del trapo
y ayudarle a
cruzar la calle
no admitiré que
las madres exijan trabajemos para el gobierno
si ya no hay
belleza en este paraíso,
sólo este zumbido
imparable en el oído
buscaré el agua y
drenaré allí lo que me sofoca.
He tardado 400
noches en convencer a una mujer de que sea mía por 30 minutos.
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