domingo, 18 de marzo de 2018

Sonia Saavedra

                                Artista Dawid Planeta 


Rumbo a Marte

La casa en medio del bosque, alejada de caminos rurales, es el lugar perfecto para vivir.
Desconectada de familiares y amigos, solo quiere dedicarse en cuerpo y alma, a su obsesión, estudiar el universo cada noche, hasta altas horas de la madrugada. Esperando, siempre esperando la ocasión de partir.
Su cabaña equipada con todo lo necesario para vivir y al mismo tiempo con un hermoso cuarto  donde en el centro se encuentra el gran telescopio, fruto de la venta de todas sus pertenencias, además su computadora conectada las 24 horas a toda clase de páginas dedicadas al universo..
Cada semana montada en su bicicleta, que arrastra un pequeño carro, se acerca al poblado más cercano, donde se aprovisiona de todo lo necesario.
Hoy se ha levantado al amanecer, las montañas cercanas doradas como luces,  con el brillo del sol que lamen suavemente los ropajes de los árboles, la hacen sentir privilegiada de poder absorber a su antojo tanta belleza.
La pequeña catarata, como hilos de plata, también recibe al sol con alegría.
La laguna que se forma en su caída es la pileta, que usa habitualmente para bañarse, agradece, cada día el haber recibido esta herencia inesperada de una tía lejana, que sabiendo su deseo de vivir alejada dedicada a escribir y observar el cielo, se la obsequiado.
Por el prado corretean, sus dos perros labradores, su compañía, junto a su gata persa.
Los perros se acercan para acompañarla, moviendo encantados sus colas y gruñendo con alegría.
Se siente un poco defraudada por que no la inscribieron para el viaje a Marte los de la Nasa, fueron muy amables en el mail, pero no aceptan personas de más de una cincuentena de años, además sin una buena dote.
Si eso hubiera sido 20 años atrás, igual ella no hubiera estado preparada para partir, sin regreso seguro y sabiendo que vivirían a la deriva en la inmensidad del universo.
Ahora si está preparada, solo le queda esperar que algún día o noche, vengan por ella los seres que sabe, pueblan los cielos con sus naves.
El camino al pueblo fue una alegría, con sus perros que iban acompañándola, con sus ladridos alegres, despertando al bosque.
En el poblado, se dirigió a la pulpería donde encuentra lo más diverso de sus compras, nunca todavía en los años que lleva acá, le han dicho que no hay algo que haya pedido. Es admirable como en las múltiples y limpias estanterías, encuentra todos los tesoros disponibles.
Ha pasado por la biblioteca, donde entregó algunos volúmenes y se llevó otros.
Es un vicio tan adorable el leer, sola en su viejo sofá, viviendo vidas, soñando finales, acomodando a su gusto el desenlace.
Con el recorrido del sol, bajando detrás de los árboles, llegan a su casa, iluminada solo en su tejado, las penumbras invaden rápido todo el lugar.
En un momento se encuentra, alumbrando su casa dentro y afuera el farol.
Con la noche ha llegado la tormenta, los relámpagos iluminan su cuarto y el bosque, hasta el mínimo árbol se ve nítido.
Ya recostada en su sofá, después de una magnifica cena, “sola contempla  la intensa lluvia” y la furia del temporal. Las gotas enormes azotan las ventanas, el tejado cruje, se levanta para cerrar los postigos, ya está asegurando el ultimo, cuando en medio del parque divisa algo, que la deja  sin respiración, lo que ve “podría ser lo que esperaba, el ovni planea suave y se detiene”.
Su corazón corre, corre, de a poco lentamente va hasta el perchero, toma su impermeable se lo pone y calza sus botas.
Abre la puerta y todo se desliza como en un sueño, desde la portezuela abierta de la nave, que flota con sus luces pestañeando, un ser lumínico la mira, su mirada ha penetrado en su mente.
Solo sabe que tiene que ir, calmada, la están esperando, son lo que siempre soñó, ve sus perros que la siguen, alza su gata y caminan hacia la nave.
Ya son varios los seres que la esperan, murmurando suaves melodías, que ella presiente es su lenguaje, además lo entiende. La reciben alborozados, con felicidad, guían a los perros y uno toma su gata. Se siente en casa, ellos son sus hermanos, solo fue una porcion de tiempo terrestre, la que estuvieron separados.
Ha dejado su ropa a los pies de la nave, ve su cuerpo des corporizándose, pasando a ser luz, igual que sus mascotas, pequeños seres de luz.
Por fin en casa, siente que entre melodías le dicen que primero visitarán Marte en su honor, se ríe y siente que es armónica su risa.
Velozmente la nave se aleja, en medio de la tormenta que oculta su partida
19-11- 2015

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