martes, 29 de septiembre de 2015

Graciela Vodicka


Entonces, si pienso                                                               

Entonces, si pienso                               
que  ya no existen nombres,
que todo es apenas  un susurro
o una tibia insinuación de los espejos.
Entonces, si pienso que más
allá de mi cobijo y tu 
memoria, un territorio inexplorado
nos aguarda con calidez de pluma 
y de guarida, entonces, digo, 
si nuestra piel es un constante aleteo
entre las hojas desprendidas de una 
historia cualquiera, si nuestros pasos son 
la fuga perpetua de los pies descalzos y 
en silencio. Entonces, si mirarte es la codicia
de una ventana inexpugnable, si tu mano es la 
causa de un naufragio de luna
sobre las hojas del jardín.  Entonces, digo,
¿ no sería ya hora de concebir un poema?  




Este roto corazón

Este roto corazón
yace despavorido
junto a la última ventana tapiada 
del invierno.
Estas manos de vértigo a 
contraviento ya no erigen
su angelus crepuscular.
Esta voz desangelada de todas 
las historias ya no clama la metáfora precisa. 
Todo es un denso tejido al 
final de la tarde, todo es un sueño de ojos aguachentos,
todo es....
Y sin embargo, junto a 
esta pequeña cima de fotografías en 
cepia, siento que más que nunca, hoy, 
te amo.   

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