Sarah Petrone

 
"HOLANDA"

 

Las sombras de la noche se dispersan,

asoma tímida aún, la aurora y se levanta.

Bosteza el canal mientras se despereza

y comienza la labor de la mañana.

Prepara su barca, sin prisa, el jornalero

y se desliza sereno sobre el agua.

Te presiento llegar, desde la orilla

sobre las piedras, tus zuecos retumbando.

Las aspas del molino están dispuestas,

el viento las bendice y las abraza

y esperan las semillas en su vientre

para que tú, mujer, las recojas con tus manos.

Dejaste atrás los campos y las flores

y a tus niños metidos en las camas.

Sólo escuchas la voz de la molienda

que olerá a pan, cuando vuelvas a casa.

Abróchate el delantal que ya es de día

y cántale al amor mientras trabajas.

Bendice Holanda esos, tus sueños tibios 

que le brindas sincera, desde el alma.

 

 

 "LA LOBERA"

 

Escóndete detrás de las malezas,

un tiempo de morir, puede acecharte,

ansían tu cabeza y la lobera

no es segura porque pueden atraparte.

Se asoma perseguido, tu lobezno

y despierta al monte espeso, la manada,

escuchas sus pisadas en el viento

y es tu hora de escapar de la emboscada.

Alerta, resentido, agazapado,

espera el cazador que te codicia,

un lazo de terror te está esperando.

Regresa sin demora a tu guarida.

 

 

   "AÑOS"

 

Hace tiempo. Años ya

yo fui niña, después joven,

luego, ahora soy mamá.

 

Veinte años de mi vida

diera solo por lograr

ser de nuevo una pequeña

y volver a comenzar.

Pasa el año, pasa el día,

te despiertas ya mujer

y una voz te dice: abuela

y te hace estremecer.

Hoy, tu hija te recuerda

lo dificil, lo genial.

Lo más nuevo de la vida

y la oyes exclamar:

Hace tiempo, años ya

yo fui niña, después joven,

luego, ahora soy mamá.