lunes, 22 de octubre de 2018

Mirta Venezia

Pájaro tardío
POEMA A DOS VOCES


I) 1RA VOZ
Ella separa con las manos
gruesas láminas
espesura de impenetrable verdor.
Alerce y casuarina.
Todo musgo y fronda.
Se cuela  a ras del sueño
como un capullo tenue
que no atina a despertarse.
Intuye que alguien está del otro lado
-pájaro tardío-
atravesando la montaña
que rezuma azahares.
Ella tiene un hombre –pájaro-
clavado en las retinas.
Promesa de ojos –almendra-
bosquecinos.
Estremecido talle el de su tallo.
Tibia la boca del vientre.
Fuego y nervadura.


II) 2DA VOZ

Le  pido  al alba
                                    -tráemela esta noche-
cuando la alondra se pronuncie.
Que ella sepa, que  no habrá
precipicio
solo un lago nítido
                                 detrás de la penumbra ambarina.
Le  pido  al alba
que ella  toda musgo y fronda
estremecido talle el de su tallo
atraviese la bruma
y venga a beber
de la Ítaca de esta fuente.





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