lunes, 22 de octubre de 2018

Patricia Elena Vilas

PENSAMIENTOS…


Las luces de la ciudad
ciegan mis ojos,
ya no puedo verte.
Está tu imagen que amo,
tan pegada a mi deseo,
quieta entre dos muertes,
enamorada.
Es noche cerrada, triste y tenebrosa,
el cielo granizaba estrellas,
el aire palpitante susurraba
aromas a rosas rojas.
Locos y beodos irán a los infiernos,
no puede ser cierto, pero posible.
Encandilados con el calor del alcohol,
los vi bailando alrededor de la hoguera,
A la vida le es grata
la brisa del nuevo año,
donde el viento escribe
palabras eternas,
los horizontes de luz en
la naturaleza y la negrura
de la noche que se esparce
a lo largo de soleados
senderos de Cipreses.
Acerqué mi cara al vidrio,
vi tu retrato.
Me mirabas desde el escritorio,
pensé en ti.
Seguiré recorriendo
caminos espaciales
y bosques galácticos,
continuaré encontrando
las mismas miserias humanas
en mi largo peregrinar.
Intento ser paciente,
he encontrado sólo un corazón
abandonado a la pasión.
La luna llena arde en lo alto,
me voy distanciando de ti,
el mundo queda mudo.

REFLEXIONES NOCTURNAS

Plateada luna en el horizonte,
altar indefinido en la noche,
amuleto que transfigure
la nostalgia,
hablarte de mis insomnios,
sueños,
desvelos,
mis despertares.
¿Habrá despertares?
¿El pájaro sabrá que tiene una semejante?
Lucidez en pos de mi razón,
un navío como esperanza de amor,
una conciencia habita en los umbrales
de la horca en soledad.
Cerré mis ojos.
Extiende tu mano,
abre tu corazón
habrá menos dolor en el mundo.
Pueden intentar
prohibir que siga mi camino,
pueden intentar
forzar mi voluntad,
pero no pueden impedirme
que en el fondo de mi alma,
elija lo que yo quiera.
Nunca dejemos de dar algo
aunque nos parezca
poco ó pequeño.
El cariño
no sabe de tamaño.
Ext de REFLEXIONES NOCTURNAS



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