sábado, 4 de julio de 2015

Alixia Mexa

  ACAHUANE


Sobre su campo sobrevuelan rehiletes exhalando muerte
deshojando los relojes de tiempo...
Se cimbran en el follaje minutos de desconcierto
Soportar el bombardeo de tinieblas en la estridencia del silencio...
Las aves de plomo vomitando fuego
Y entre el cincel del frágil viento las voces:

... "Pero no lo sabíamos, no escuchamos que debíamos cuidarnos de la furia del cielo.
Nosotros, los que no debíamos ser muertos, los que no debimos no conocer a nuestros hijos, ni a los hijos de nuestros hijos.
Nosotros
los que trabajando bajo el punzante sol no pudimos despedirnos, ni cerrar nuestros ojos, ni huir, ni hablar, ni gritar nuestra inocencia. Ni advertir esa ausencia de luna luctuosa por venir..."

Nosotros
cuyas venas de fuego quedaron dispersas en la impunidad desértica

apenas pasar unas horas y cruzar el umbral del olvido...
¿Qué putas debia yo.....? Para acabar yerto??
Yo que no morí ayer de frío...

Nuestros padres beben púrpura doliente de nosotros
que solo vimos la luz
en la escritura mecánica...

en el día de nuestra muerte

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