En
un Renault Clío
El
Clío no para de botar. Paloma está sentada en el asiento del
copiloto notando como se va calentando por momentos. El hermano del
conductor se ha pasado delante y le propone imitar a los dos de
atrás. Paloma se niega, no le gusta, lo ve demasiado niño y muy
rubio, le gustan morenos, pero su excitación va en aumento. Oye y
siente lo bien que se lo están montando en el asiento trasero, su
amiga y el conductor, follando como locos. Los gemidos se suceden y
las sacudidas cada vez son más fuertes. ¡Van a echar el coche
abajo!
A
Paloma le había gustado Tony, el conductor, pero él prefirió a su
amiga. Se habían conocido unas horas antes, sobre las diez de la
noche, ellas estaban tomándose unas cervezas en la calle y fumando
unos petardos. Ellos andaban por allí, y se les acercaron para
preguntarles si sabían dónde podían pillar costo. Paloma se había
fijado en Tony hacía un buen rato, así que les dijo que ya los
invitaban ellas. A su amiga no le gustaba ninguno de los dos, pero
siempre estaba dispuesta a una juerga. Pasaron un buen rato con
ellos, bebiendo y fumando porros en una placita del pueblo, luego en
la playa y por último fueron a dar un paseo en el coche de Tony para
ver amanecer al borde de un acantilado. Paloma tenía ganas de
enrollarse con él y se había sentado delante. Pero sin saber cómo,
una vez parado el coche, Tony se pasó detrás y ahí estaban,
dándole que te pego. No lo puede evitar y se empieza a masturbar por
debajo de su minifalda, sin importarle las miradas del hermano;
éste, ni corto ni perezoso, empieza a hacer lo mismo, se saca la
polla del pantalón, una polla bien grande y gorda, muy blanca que
destaca en la oscuridad del coche. Paloma lo ve. A pesar de sus
reticencias, una mano se le va para allá, atraída por la dureza y
el tamaño de semejante miembro viril. Atrás se suceden los gemidos.
El hermano de Tony aprovecha su oportunidad, le mete las manos entre
las piernas, rápidamente llega a su chocho bien mojado ya,
chorreando, y le introduce directamente dos dedos dentro. Están
deseando imitar a los de atrás, tal es el grado de excitación que
han alcanzado. Paloma se sienta encima de él, nota como él se la
mete, hasta el fondo. ¡Qué polla más buena, qué gustazo le da!
Desde
esa situación ve perfectamente cómo Tony se está follando a su
amiga que está en pompa con todo el culo y el coño ofrecidos, igual
que una perra en celo. Nunca se había sentido tan excitada, no puede
aguantar el placer que aumenta vertiginosamente.
¡Estos
dos hermanos están muy bien dotados! La visión de la polla enorme
de Tony, taladrando el coño de su amiga, la lleva directamente al
orgasmo, mientras un chorro de leche caliente la inunda por dentro.
No puede evitar pegar un grito que rasga el silencio de la noche.
Durante
unos segundos el Clío se zarandea al ritmo de los espasmos de sus
ocupantes.
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