La ciudad huele a muerte
La ciudad huele a muerte
en cada árbol mutilado.
La ciudad huele a muerte
en cada baldosa rota.
La ciudad huele a muerte
en cada ojo petrificado.
La ciudad huele a muerte
en cada boca abandonada.
La ciudad huele a muerte
en cada corazón maltratado.
La ciudad huele a muerte
Yo huelo a muerte.
Soledad
Siento
en ocasiones ganas de morir
las
fotos de cumpleaños toman olor
incluso
los viejos dolores me toman de esposa.
Porque
yo, en esta sensación de ausencias
veo
dentro de mi cabeza
un
mármol tatuado con mi nombre.
Muriéndome
en esta mujer que bebo
soy
blanco de brujas, soy el cadáver
para
mis demonios.
Fuertes y bellos estos poemas son como vos poeta Abrazos
ResponderEliminarMUCHISIMAS GRACIAS ANAMARIA
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