martes, 7 de marzo de 2017

Iris Arriagada Urrutia

                                      
LAS LUCAS MANDAN 

 
En los noventa aparece un nuevo fármaco que mejora notablemente la sobrevida de los trasplantes, en todo el mundo se aprecia una mayor sobrevida .En el centro nuestro no se aprecia esta respuesta en todos nuestros pacientes, resulta raro por decirlo de algún modo, son personas jóvenes sin otras patologías . Al mismo tiempo se aprecia una mayor actividad de pasillo en las sala de espera al alta de los nuevos pacientes cuando iniciaban sus controles al alta.



Los más jóvenes modificaron sus rutinas pasando más horas en las cercanías de la sala de control, uso de celulares, ropas más caras, algo olía a podrido. Los niveles de fármacos de este grupo son bajos, niegan que estén modificando las dosis, algo no calza. Uno a uno pierde sus órganos trasplantados pero no tenemos explicación.
Por esas cosas de la vida alguien del personal visita otro centro de trasplantes de una Clínica del sector Oriente, al ingresar a conversar con la Enfermera de dicho Centro descubre en la pizarra del lugar una lista de nombres conocidos….son los pacientes trasplantados de su centro……..pregunta que hacen esos nombres en

en una lista en ese lugar. La respuesta es la que aclarara tantas dudas en relación a los fracasos de los tratamientos en su lugar de origen. La Enfermera le explica que son personas que tienen este fármaco para venderlo a precio módico a pacientes que lo requieran en este lugar del barrio alto.
Así concluimos que no lo usaron adecuadamente porque alguno descubrió que podía comercializarlo y obtener dinero fácil, sin contar que arriesgaban sus vidas. Poderoso caballero es don dinero………



De Quirihue, residente en Santiago


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