miércoles, 22 de marzo de 2017

Maximiliano Corello

 
EL FANTASMA DE LA LUNA

La luna es el espejo donde los seres de la noche se detienen a contemplar su belleza, ella la flor más hermosa del cielo, no lo sé ni lo sabré nunca. Recuerdos de miradas tristes lugares incognitos mujeres hermosas que se transforman en fantasmas y caminan sin sentido por la noche en el puente de nuestro abandono. el amor a la tierra y las distancias de un ser solitario que se aleja de la muchedumbre con el fin de soñar, respirar la brisa de la mañana, absorber el rocío que humedece sus pies enrojecidos
Amaba ese campo y desde que nací, vi el amanecer con el sol jugando en mi cara y poco a poco vi pasar los años hasta que crecí y pude comprarlo sentirlo mío cruzar ese puente de tablones carcomidos con el tiempo pero era feliz al otro lado donde las lucen ya no pueden alcanzarme y mi sombra no se escapa de mi cuerpo, en mi campo no hay luz ni bulliciosas calles, tampoco más gente soy solo yo y mis vacas mis bueyes un caballo que corre libre con el viento. A veces me gustaba cruzar el puente para ir al pueblo por provisiones o a beber a la cantina, jugar brisca y apostar las pocas chauchas que llevo y por supuesto ir a misa el domingo temprano para ver las mujeres jóvenes con la esperanza que una quiera ser la dueña de mi corazón y de mi campo.
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Aquel día hice todo temprano racioné los animales encerré las vacas, recorrí los montes y los prados hasta que por fin cayó la noche volví a casa me bañe y como el agua estaba helada me dio un poco de frio así que me tome un poco de vino con harina y me vestí y partí para pueblo, llegue a la cantina tome algunos tragos pero me fue mal en la brisca así que me regrese temprano a casa camine hasta el puente y siempre que lo hago antes de empezar a cruzar me doy vuelta y miro las luces que a la distancia se despiden de mi, ese día comencé a cruzarlo silbando solo sentía el crujir de los tablones resecos de pronto un pedacito de luna estaba allí, me pareció extraño verla a ella allí caminando sola y con frio pero seguí caminando paso a paso al llegar a su lado quise salir huyendo pero no pude no tuve corazón al oír su voz.
_No huyas de mi no te hare daño.
Me detuve a mirarla era un pedacito de luna con un vestido blanco, su cabello largo suelo se agitaba con el viento con mi voz casi entrecortada pregunté
_¿Qué hace usted aquí?
_Aquí he estado esperando siempre este es mi lugar.
_No la conozco, no sé que quiera de mi pero yo también amo este lugar mi casa está al otro lado. Ella me miró fijamente en silencio .su mirada profunda me cautivo al tiro.
_Soy aurora pero puedes llamarme Lolita si quieres.
_Yo soy Amador, es un gusto conocerla.
Pronto instauramos conversación y las horas se esfumaron. El amanecer nos descubriría pronto así que había que marcharse a dormir un poco.
_Adiós Amador, ojalá lo pueda volver a ver
_Buenas noches Lolita y lo de vernos otra vez dejémoselo a la luna.
Partí a casa el frio me calaba los huesos, paso a paso me fui contando a los tablones del puente y lolita se esfumo con la noche, al llegar a mi casa me sentí aliviado y seguro había algo extraño en todo lo vivido aquella noche pero me tranquilizaba saber que ella al parecer me conocía más de lo que yo creía y eso no me hizo dudar ni pensar porque ella estaba en ese lugar sola, su cara reflejaba mucha tristeza. Dormí un poco me levante a prisa para hacer mis labores pero no podía quitar su imagen de mi cabeza fui al campo a cortar pastizales para las vacas pero quería que se hiciera de noche pronto para ir al pueblo, algo me hacía sentir que la vería de nuevo, pero las horas se me hicieron eternas, hasta que por fin cayó la noche una vez bañado me vestí y salí aprisa de mi casa, al acercarme al puente un resplandor de luna vino hacia mí sus pasos se sentían en los resecos tablones del puente. Lolita estaba allí y venia hacia mí, corrimos para llegar más rápido y fundirnos en un abrazo.
_Pensaste que no vendría ¿verdad?
_Si pero está aquí y eso me hace feliz, muy feliz Lolita
_Es bueno saber que alguien es feliz estando a mi lado aquí he estado esperando, a veces la
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espera se hizo muy fría y larga son demasiados años de soledad, tristeza.
Las palabras de Lolita me confundían un poco, había dolor en sus palabras, además yo siempre había ido al pueblo de noche y nunca antes la había visto.
_¿Fumas Lolita?
_Si me encantaría un cigarrillo.
_Sabes iremos al pueblo a comprarlos y así este rato juntos será más ameno ¿quieres que traiga una botella de vino?
_Esplendida idea amador hace tiempo no bebo un buen vino.
Nos encaminamos por el puente rumbo al pueblo lolita tomo mi brazo paso a paso cruzamos hasta que lolita se detuvo al salir del puente y dijo.
_Ve tu al pueblo Amador yo esperaré aquí, las luces de esa ciudad me asustan.
_Las luces asustan a cualquiera pero estas segura que no quieres ir conmigo.
_Si Amador, aquí te esperaré, no te preocupes
No dije nada pero no entendí por qué no quiso acompañarme fui a la cantina crucé un par de palabras con mis amigos compre los cigarrillos y el vino me despedí muy a prisa y me fui al llegar al puente allí estaba sentada temblando de frio esperándome. Me acerqué me quite el abrigo lo coloque en su espalda encendimos un cigarrillo y nos internamos en el puente abrimos la botella de vino bebimos un par de tragos hasta que pregunte.
_ ¿Por qué no quisiste acompañarme?
_Es mejor así, hay cosas que no puedo explicarte ahora, no las entenderías
Nos bebimos la botella de vino mientras el humo de los cigarrillos encendidos se diluía con la noche. Pronto amanecería, había que despedirse, la estreche en mi pecho en un abrazo cálido ella tomo mis manos me miro fijamente y dijo.
_Gracias mi buen Amador por esta noche maravillosa, había olvidado el sabor del vino y sobretodo la compañía gracias Amador.
_No me lo agradezcas, lo hice con el corazón, ahora tenemos que despedirnos pero ya estaremos juntos de nuevo.
Ella con su manos delicadas pero muy frías estrecho mi cara y me beso los labios y se marcho corriendo por el puente y allí quede yo saboreando ese beso encendí el ultimo cigarrillo y me marche a casa. No me extraño sentir su cara fría creí que era el hielo del amanecer que nos traspasaba los huesos, ese día dormí casi todo el día, me levante solo a darle comida a las vacas y a los demás animales, tome vino con harina y me acosté otra vez por fin oscureció, me bañe con agua bien fría, me vestí corte una rosa roja y salí a prisa, camine lentamente hasta llegar al puente, la noche estaba oscura, mis pasos se oían en los viejos y resecos tablones del puente, aquella noche espere y espere pero lolita no apareció, aquella noche corrí a la cantina bebí desesperado, enloquecido y sin control no aceptaba que Lolita no hubiese venido a la cita del puente, bebí tanto que me emborraché hasta casi perder los sentidos, la madrugada me descubrió en la cantina, decidí marcharme con una botella en la mano camine hacia el puente desesperado y borracho deseaba verla reclamarle por haberme dejado esperándola, crucé el puente mi cuerpo se balanceaba en los barandónes del puente, hasta que por fin llegue a mi casa. Lo poco y nada que dormí me hicieron despertar con un dolor de cabeza espantoso y un olor a vino que invadía todo mi cuerpo. Me levanté mojé mi cabeza con agua bien fría fui al campo a llevarle comida a los animales de regreso me tome un buen vaso de vino con harina y me dormí casi todo el día, al despertar los últimos rayos del sol me recordaban que tenía que alistarme para ir al pueblo aquella noche y después de sacarme el olor a vino con una ducha bien fría tome mi abrigo y partí hacia el pueblo camine hasta llegar al puente y allí la vi venir, pensaba no hablarle y evitarla de lo enrabiado que estaba, pero no pude lolita al verme corrió hacia mí, me estrecho entre sus brazos y me beso apasionadamente no pude hacer más que responder a su beso y mi rabia desapareció, no pude decirle nada, caminamos por el puente tomados de la mano bajamos a al lecho del rio jugueteamos en la arena nos besamos una y otra vez sentía que mi vida estaba colmada de felicidad al sentir los besos y las caricias de Lolita.
_ ¿Por qué desapareció anoche?
_No pude venir Amador, he sufrido mucho por el abandono, el amor que tantos años ha sido negado para mi tengo miedo de enamorarme de ti y volver a estar sola.

_Lolita no hable así yo no le haría daño a veces siento que me oculta algo como si le temiera a la vida o como si no existieras.
_Amador disfrutemos este amor, ámame como yo a ti el ahora es que hay que vivir el pasado muere y queda atrás y el futuro es incierto nunca sabemos cómo será.
Las palabras de lolita llenaron mi corazón y decidimos volver a subir al puente que era nuestro mundo de madera nos besamos y ella desapareció en medio de la noche.
No me extraño que desapareciera pues la noche estaba muy oscura, crucé el puente lentamente camine a casa y me dormí pensando en Lolita. Desperté, hice mis cosas contentísimo pero las palabras de Lolita resonaban en mi cabeza una y otra vez, así fueron pasando las horas hasta que cayó la noche, me cambie de ropa después de darme una ducha bien fría, pero de pronto todo cambio mi cuerpo se inundo de miedo, sentí pánico de todo incluso de mi mismo como si algo asechara mis pasos y no tuve el valor de salir fuera de casa aquella noche, encendí la chimenea y decidí quedarme en casa saboreando una botella de vino.
El puente completamente vacío se estremeció con un resplandor divino, los reflejos de luz legaban hasta mi casa, era Lolita que me espero toda la noche en el puente. Amaneció un día frio, corría un viento frio digno de un 30 de octubre, ese aire era tan frio que no daban ganas de quedarse quieto mucho rato. El día se me fue entre el campo, las vacas y el trabajo en general, hasta que por fin la noche tendió su manto y me marche de casa con rumbo al puente me sentía preocupado no sabía si lolita me reclamaría por no haber llegado la noche anterior, pronto llegue al puente y al levantar la mirada al otro extremo del puente la vi venir hacia mí, cori a abrazarla, la distancia se me hizo eterna hasta que por fin nos abrazamos y besamos, Lolita tenía los ojos llenos de lagrimas y su mirada triste.
_ ¿Has estado llorando Lolita?
_Toda mi vida el llanto vino con mi desgracia y desde ese momento lloré hasta que apareciste tu y eres como la luna en mi eterna noche.
_Perdóname pero anoche algo raro paso sentí miedo incluso de mi mismo y ese miedo me impidió salir de casa.
_A lo mejor estabas cansado o simplemente no querías verme.
_Lolita por favor eres el centro de mi vida me importas demasiado, por favor olvidemos lo que ocurrió anoche vivamos este amor como si fuese la última noche.
Nos dijimos muchas cosas aquella noche, nos besamos como nunca, el deseo nos descontrolaba. Gentilmente la invite a mi casa, mientras caminábamos por el puente nos besábamos una y otra vez así, llegamos a casa.
_Lolita conocerás mi casa, quiero que sea tuya.
_Una casa, una familia es mágico estaremos más tranquilos aquí, solo te pido que no haya demasiada luz, enciende la chimenea, tu sabes; las luces me asustan, delatarían mi pena, el fuego calentará mi espíritu y regocijará mi alma.
Entramos a casa rápido, encendí la chimenea fui a buscar una botella de vino y nos sentamos frente al fuego, bebimos una copa nos besamos a nuestros cuerpos deseaban unirse en uno solo y así nuestros besos dieron paso a caricias desenfrenadas hambrientas de deseo, así poco a poco fui desnudando a Lolita, aprecie su cuerpo lo recorrí con mis besos, hicimos el amor mientras el fuego se consumía en la chimenea. Nosotros nos consumíamos con él, siendo uno, volvimos a beber mas vino y nos envolvimos en una manta para cobijarnos del frio.
-Pasó algo mágico entre nosotros eres mi mujer
-Si soy tuya, eres el hombre que me hizo mujer, ya no volveré a sufrir más, podré descansar, encontré la paz en los brazos de un verdadero amor.
La situación era mágica, me sentía como en las nubes, estábamos desnudos envueltos en una mantilla al calor de la chimenea bebimos mas vino hasta que de pronto la magia se esfumo Lolita se levantó se vistió y se dispuso a marcharse.
Me levanté, me vestí también, nos abrazamos fundiéndonos en ese abrazo ella me beso, acaricio mi rostro, beso mis manos camino hacia la puerta y antes de salir dijo.
_No sufras por mí, ni tampoco llores cuando ya no esté, recuerda siempre que vine por ti, te encontré y ahora debemos despedirnos y yo descansar… descansar en paz para que algún día nos

encontremos en algún lugar incognito del firmamento.
_Lolita; quédate no te vayas, quiero que estés a mi lado, vivamos tranquilos nuestro amor.
_No lo sé Amador, no lo sé.
Ella cerró la puerta y se marcho, desapareció con la noche algo me hizo dudar de todo lo que pasaba en esos momentos, decidí seguir a Lolita para saber de donde era o de donde venia, solo la había visto en el puente y no sabía mas de ella, así emprendí mis pasos para seguirla. Al llegar al puente Lolita caminaba lentamente, sus pasos se oían en los resecos tablones del puente yo camine tras ella sin que ella se diese cuenta que yo estaba allí. Pronto todo cambio Lolita se detuvo en el centro del puente y sin más preámbulo se lanzó al vacío. Al ver esta situación corrí desesperado para evitar que se lanzara pero no pude, ella se había lanzado al rio, grité su nombre una y otra vez, corrí perturbado al pueblo en busca de ayuda, pero sin explicación lógica terminé sentado en el ultimo banco de la parroquia del pueblo, en medio de la penumbra y mi desesperación sentí un llanto en medio de la oscuridad, era el padre Agustín que estaba sentado con una caja en sus manos, corrí a su lado caí arrodillado en el suelo.
_Padre, padre Agustín ayúdeme, Lolita se lanzó del puente, necesito su ayuda estoy desesperado. Padre no me está escuchando. Ayudaa, ayudaaa.
El padre Agustín me miró fijamente y con su voz temblorosa dijo.
_Lo sé hijo lo sé ella por fin descansará.
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En ese momento no lograba entender, todo me daba vueltas, estaba queriendo morir, los primeros rayos del sol un tanto débiles se dejaban ver.
_ ¿Lo sabe padre?..... ¿Lo sabe? dígame por favor como lo sabe
_Se que Lolita a muerto hijo
_¿Usted sabe que ha muerto?
_Mira muchacho siéntate a mi lado sabrás la verdad te explicaré….hace 20 años una mujer con mucha ilusión salía de casa de sus padres vestida de novia para ser desposada en medio de una gran concurrencia, se casaría con su amado, este hombre ……..Este hombre no se presentó y la dejó plantada en el altar, yo estaba recién llegado a este pueblo era joven traté de consolarla y contenerla, pero ella al verse despreciada y humillada delante de aquella concurrencia salió corriendo desorientada, así llegó al puente y sin pensarlo se lanzó al vacío, muriendo ahogada al caer al rio su cuerpo tardo un par de días en ser encontrado, han transcurrido 20 años de aquello pero cada año una semana antes de finalizar octubre el espíritu de Lolita vagaba por el puente sin que nadie se encontrara con ella hasta que tu llegaste vivir al otro lado del puente, ella solo buscaba que la amaran porque sería la única forma de descansar en paz ella por fin descansara en paz
El relato del padre Agustín me dejo perplejo no podía creerlo Lolita no era real ella había venido solo a consumar el amor que se le había negado hace 20 años atrás. cuando el padre acabó de contarme aquel relato de Lolita me dio retratos y recortes de viejos diarios donde hablaban del
funeral de Lolita era algo raro ilógico pero ahí entendí muchas cosas, su temor a la luz, su cuerpo y sus manos siempre frías, su temor a la gente y a acercarse al pueblo fue así como en medio de todas esas confusiones me dormí en el altar de la parroquia cuando desperté tenía un retrato de Lolita apretado a mi pecho ya había oscurecido y como si el cielo también llorara la muerte de Lolita llovía intensamente. Corrí bajo la lluvia hacia el puente, poco a poco empecé a cruzarlo de pronto la veo venir a la distancia grite su nombre una y otra vez pero ella no respondió y se desvaneció en el centro del puente corrí, caí arrodilladlo lloré desconsolado de pronto frente a mis ojos un resplandor de luminosidad iluminó el puente, una flor brotó extrañamente, allí tome la flor lloré desconsolado hasta desgarrarme el alma, caminé desorientado hacia mi casa con la flor en mis manos, no pude dormir el primer día de Noviembre me descubrió sentado en el piso de mi casa con la flor prendida en mi pecho, me bañe con agua bien fría tome un poco de vino con harina, en eso llego el padre Agustín, tome la flor y nos fuimos al cementerio del pueblo, el padre me llevó a la tumba de Lolita, al estar frente a esa sepultura fría comprendí que Lolita se había ido para siempre. Le dejé la flor blanca prendida a su cruz y poco a poco, paso a paso me alejé pensando en que gracias a que nos encontramos pudo descansar en paz.
Ha pasado un año que nos encontramos con Lolita en el puente, aunque ahora estoy lejos del pueblo y solo con mis recuerdos siempre pienso en ella y creo que sus caricias y su sonrisa me acompañaran siempre, toda mi vida, con mis compañeros de seminario donde en siete años mas yo seré cura, también conversamos de lo que haremos cuando lleguemos al final de nuestra vida, yo creo que cuando eso ocurra me iré al paraíso a buscar a mi Lolita, correré a abrazarla, besarla a ella.
Mi fantasma de la Luna 

Rangelmo – Coelemu - Chile

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