Hola
San Carlos, mi linda ciudad
tenía
doce años cuando te conocí
solo
te imaginaba y sabía que te quería
soñaba
conocerte, eras mi obsesión
porque
nací en el campo, lejos de ti.
Las
luces artificiales de los autos
de
las casas bonitas ,pintadas con distintos
colores,
con ventanas de vidrio,
allá,
lejos de las calles encementadas,
donde
el taco de las señoras sonaban.
Al
pasar era lo que mi padre contaba
pues
solo te imaginaba, imaginaba el ruido
de
los autos y los almacenes, donde se
compraban
los dulces y el pan de tienda
que
nos llevaban cuando alguien nos
visitaba,
venía de San Carlos.
Muy
importante tenía que ser, pensaba
porque
vive en el pueblo y escondida
tras
las paredes mirando por la rendija
y
escuchando que conversaban,
venía
de San Carlos,
del
pueblo que solo imaginaba.
Hasta
que un día me trajeron,
ya
grandecita,
dormí
poco esa noche,
esperando
que el gallo cantara
y
con su canto me indicara
que
ya eran las cinco de la mañana
y
a levantarse para tomar la micro.
Temblaba
de nervios, emoción y alegría.
Era
una mañana helada, pero no sentía frío,
por
fin realizaba el sueño que había crecido
junto
a mí, conocerte San Carlos.
Nunca
olvidaré ese día,
que
tomada de la mano, mi madre
me
llevó a conocer la iglesia,
lo
más lindo e importante de una ciudad.
La
casa de Dios, paso a paso la recorrimos,
para
cada imagen mi madre tenía una oración,
como
podré olvidar ese día,
te
conocí San Carlos, el pueblo
que
hoy me identifica donde vaya.
como
podré olvidarte,
si
tu nombre va junto a mi
en
mi cédula de identidad.
Como
podré olvidarte
Tu
nombre es mi pasaporte
para
encontrar trabajo en otra ciudad,
cuando
preguntan de dónde soy,
con
orgullo; de San Carlos Señor.
¡Oh!...
Tierra de Violeta Parra,
de
gente buena y sabrosas longanizas
frases
que oír me alegraban.
Por
eso; San Carlos te quiero decir
que
en tierras lejanas
cada
día, te siento más cerca.
San
Carlos
No hay comentarios:
Publicar un comentario