jueves, 23 de marzo de 2017

Norma Irribarren Pasten

 
LA LUNA QUE NO VINO



Y yo la esperaba a orillas del río,
bajo del sauce que lavaba su pelo,
y como un remanso, sus aguas fluían;
la luna no vino a mirarse en sus aguas
Era la luna roja, la tan anunciada
la más esperada, pero ella no vino ;
entre brumas oscuras, escondió
su figura, ella sabía porque le temía.

Sobre sombras de montañas, huyó
de la maldad ...estaba nerviosa …
no quiso vestirse de rojo ...
no quería cargar en sus hombros
argentados, la tristezas de los que
ya habían partido …

Esta luna nueva, que baja hasta el río,
susurrando amores, musitando versos,
no quiere saber de muertes, sólo de
alegrías; no quiere llantos, ni lágrimas
saladas, sólo quiere oír la risa de niños
felices...

Esta noche nueva, alejado el peligro,
vendrá como siempre, a mirarse en
el río, entonces hasta el viejo sauce
cantará canciones de plata y los grillos
le harán el coro, mientras los amantes
se juran amores que han de alcanzar
la eternidad, mirando con ojos
soñadores, la luna de plata reflejada
en el agua …

Ay, amor mío, ayer no vino la luna de
Sangre, pero esta noche, más que nunca
orgullosa, hermosa, lucirá en el cielo
la luna de plata, la de los poetas,
la de los amantes, que buscan en ella
su musa escondida ¡¡

 La Serena


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