jueves, 3 de diciembre de 2015

Sarah Petrone


DÉJAME SER

Déjame ser... lo que mi mente ansía,
el pájaro que surca los espacios,
el agua que refresca a todo el mundo,
el aire que da vida en todas partes.

Déjame ser... la roca fuerte y firme,
el sol que sirve para calentarte,
la noche quieta que no da pavura,
el tiempo eterno, la ilusión más clara.

Déjame ser... aurora y alborada,
también en el campo, la espiga madura,
la flor que nace, semilla, ternura,
déjame ser todo. Y acompáñame.


 
MI OTRA VIDA

En algún otro lado oculto de mi vida,
donde el tiempo pasado quizá fue mi presente,
debí escuchar, sin dudas en mi alma
el hermoso mensaje de sus versos.

Tal vez la memoria ancestral de mis recuerdos,
vivió en otra piel, en otra edad, en otro cuerpo
la verdadera realidad, porque presiento
que esta vida que vivo, ya viví y la recuerdo.

Debí traspasar el límite del cosmos
porque la música de ese violín, me manifiesta
que era yo, envuelta entre las notas
la musa inspiradora del maestro.

Quizá debí partir en una nube
y me perdí dormida entre las cuerdas
y atada a la suerte que no tuve
quedé atrapada en el desdoble de los tiempos.

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