los que apostamos al amor
y a un solo pleno
nos jugamos el roto corazón
a ganar o perder
no importa el resultado
pájaros ciegos
ulises exilados
lloramos el dolor
distintos tan iguales
rifamos dignidad
perdimos nuestro nombre
en sábanas de humo
tatuados por el otro
salteamos el vacío
de espejos vulnerables
descalzos de nostalgia
erguimos el coraje
aceptamos que somos y que podemos
comenzar de nuevo
a veces los amigos
nos restauran el alma
son orfebres ocultos
que cosen la memoria
a veces nos abrazan los miedos
con silencio de magia
todo lo pueden
son patios de acequias y aljibes
nos defienden del miedo
y son anclas de insomnio
una puerta sin llaves
y un cerrojo de lágrimas
espejos del nombre
a veces olvidamos
duendes trasgresores
despiertan la sangre
porque son y existen
con ellos gambeteamos la muerte
los amigos
los amigos
hubo una vez
es cierto
los niños jugaron el ruido de la muerte
con lápices de acero
tatuaron barcos negros
y finales ocultos
incineraron juegos
ovillitos de incienso y de silencio
hubo una vez es cierto
navegaron infancia por los patios
fueron miedos inocentes
cayeron como pájaros baleados
y solos
identidad sin vuelo
los zaguanes se olvidaron
porque ellos volvieron en inútiles sueños
cifra impar
y de resta volvieron
corazón multiplicado
sístole de pena
un puñado de plumas en el viento
porque hubo una vez
aquellos niños amputados de dios
volvieron
GRACIAS GLADYS CEPEDA
ResponderEliminarPOR EL AFECTO Y LA PALABRA
UN ABRAZO GRANDE
ALBA ESTRELLA GUTIÉRREZ
Excelente!!!! Me quedo sin palabras ante ese magistral manejo de la metáfora: "perdimos nuestro nombre / en sábanas de humo / tatuados por el otro"; "son orfebres ocultos / que cosen la memoria"; "ovillitos de incienso y de silencio"; "cifra impar / y de resta volvieron". Maravilloso, Alba!!!
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