TEMPLO
En
el bosque,
el
niño
hambriento
encontró
los
cerezos.
Anochecer
abierto.
Templo.
DESERTORES
DE CUALQUIER ENCUENTRO
Pasan
las horas mientras el mundo duerme.
Poesía,
la voz me somete a despreciar el oro que no
calme
la sed de tu horizonte.
Sueño
que he muerto y desconocidas palabras
visitan
la niebla atada a mis ojos.
¡Oh
vida abandonada por los vicios!
¡Oh
vida repetida, incorregible!
¡Oh
vida no vivida!
Son
caras las derrotas que jamás has tenido.
Debe
haber la hora del descanso,
hora
del que acepta no ascender más
y
detenido ríe, sin ambiciones.
Soledad
que viniste a visitarme
y
te alojé por curiosidad,
ya
somos dos,
desertores
de cualquier encuentro.
Algunos
días, preferiría desconocer tu guarida.
ERA
MUCHA NOCHE
Superhombre
de mí,
libre,
occidental
buscando,
las
certezas de antiguos continentes,
arrodillado
a la vera de algún camino,
aguardo
que vuelva a sorprenderme
la
luz de una noche,
donde
los amantes,
gozan,
al
compás inmenso de una luna nueva.
Perturban
los pensamientos
y
endebles cadenas que no atan a nadie,
nos
prometen ser independientes.
Demasiada
noche para los esclavos.
Extr.del libro Caramelo
buenísimo, gracias Gladys, es un placer volver a encontrarme con la escritura siempre, un fuerte abrazo y pronto nos vemos
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