viernes, 20 de marzo de 2015

Lucia Serrano(Argentina)







TEMPLO





En el bosque,

el niño

hambriento

encontró

los cerezos.



Anochecer

abierto.



Templo.













DESERTORES DE CUALQUIER ENCUENTRO



Pasan las horas mientras el mundo duerme.

Poesía, la voz me somete a despreciar el oro que no

calme la sed de tu horizonte.

Sueño que he muerto y desconocidas palabras

visitan la niebla atada a mis ojos.

¡Oh vida abandonada por los vicios!

¡Oh vida repetida, incorregible!

¡Oh vida no vivida!

Son caras las derrotas que jamás has tenido.



Debe haber la hora del descanso,

hora del que acepta no ascender más

y detenido ríe, sin ambiciones.



Soledad que viniste a visitarme

y te alojé por curiosidad,

ya somos dos,

desertores de cualquier encuentro.



Algunos días, preferiría desconocer tu guarida.






ERA MUCHA NOCHE




Superhombre de mí,

libre,

occidental buscando,

las certezas de antiguos continentes,

arrodillado a la vera de algún camino,

aguardo que vuelva a sorprenderme

la luz de una noche,

donde los amantes,

gozan,

al compás inmenso de una luna nueva.




Perturban los pensamientos

y endebles cadenas que no atan a nadie,

nos prometen ser independientes.

Demasiada noche para los esclavos.

Extr.del libro Caramelo 





1 comentario:

  1. buenísimo, gracias Gladys, es un placer volver a encontrarme con la escritura siempre, un fuerte abrazo y pronto nos vemos

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