Albin Lainez (Argentina)

LICANTROPÍA

La loba que gravita

por el monte de mi cerebro

viene a romper la paz

los juegos de niño y

los lamentos indignos a esta edad

los interviene

con ojos azules sobre

intenciones bermejas

pinta bocas de cuento

en el rincón donde culebrean

las pasiones y los sueños

La loba transparente que corre

dentro del follaje entre hemisferios

germina en mi conciencia

no respeta asuntos de vida o muerte

ni censura previa...

ella convierte

todo pesar en mejor delirio

acecha con patas blandas y a la sombra

para subvertir cuanto pensamiento

inflexible promueva la memoria.

Dado a esta cruel licantropía

afronto la jornada presente

con el ojo fiero de la bestia

y un vago relucir entre los dientes

Murmullos

Un ruido seco atrona desde interiores que supongo propios. Vísceras cuando cantan su sonsonete glandular, literal; su mazmorra caliente para el ocasional viandante, el error de los caminos por cometer.

Una murmuración me tiene atado a este mismo momento que comenzó ayer sin estridencia, sin advertirlo. Desde hace un día entero me susurra adentro algo precoz, rápido. Y no sé darle nombre, aspecto, diagnóstico, para asociarlo con qué.

Sin embargo

Yo soy el murmullo... ahora lo descubro

¿y qué digo en media lengua muerta?, pues digo lo nunca, lo vacío, lo ajeno, aquello que la educación me enseñara a callar. Y lo entono a boca de jarro, al viento, lo canto así para ya no murmurarme tanto, desde lejos. Para dejarme dormir en paz de imprecaciones, sin conciencia de sí, de mí. Para detener esta tremenda palpitación en el oído viscoso, gajo abierto a mis expensas donde agota la luz que fuéseme dada en el principio.

quedamente

silba el delfín

su derrotero en mi carne antigua

urge

nadar en las cálidas aguas

de otro ser menos denso

agitar la cola de estrellas

entre

lubricidades donde

hacer curso

volcando un jugo añil

para que anide

dentro de la oceánica

matriz

Pintura  Richard A. Kirk