martes, 3 de febrero de 2015

Rambal (México)

                                                   Pintura Rene Magritte



Los placeres de la locura.



Soledad,

mi vieja amiga,

ya te puedes largar;

tus suaves garras

me han herido.



Pensé en olvidar,

y me revolqué

en mi usencia.



Que vuelvan los placeres

de la locura,

que regrese

el ministerio de lo extraño,

que vuelva el ojo azul

que nos guía desde la torre;

que regrese

el zumbido ocular

del falo celestial.



Cordura,

mi triste guía,

ya te puedes marchar,

tus razones

me han hundido

en tanta mierda.



Que vuelva el reino

de las ligerezas,

que se corrompa el alma,

que se hunda el pueblo

y bailemos

sobre sus ruinas,

que siga el artificio;

que no deje de humear

la fábrica de idiotas.

























Divina



Si nos ponemos a pensar

en el tiempo que hemos perdido,

noches y días,

años enteros,

en los que hemos estado

estúpidamente alejados,

ambos, los dos,

el uno del otro;

nos daremos cuenta

cuán grande

es nuestra obstinación,

nuestra insensatez

por alejarnos,

por negarnos la dicha eterna.



Pero si nos esforzamos

si luchamos con el corazón,

y logramos detenerlo,

nos uniremos

de nuevo, por siempre

como antes,

y seremos

de nuevo dichosos,

ambos, los dos,

divina,

mi amada

y hermosa Muerte …

No hay comentarios:

Publicar un comentario