miércoles, 4 de febrero de 2015

Liliana Varela (Argentina)

Frida Kahlo“Ella juega sola”

 Comer todo- Microcuento (algo más suavecito para no asustar)


Enjugo sus lágrimas bajo la mirada enjuta de su guardián. 
Deglutió sin ganas tragando aire más que bocado; sintiendo que cada bolo alimenticio se le hacía más y más inmenso con cada movimiento de su mandíbula.

¿Cómo decirle? ¿cómo rebelarse a esa tortura?

Podría caer sobre él la peor de las penas: la hambruna del cuerpo y el alma.
¡El debía ser hombre, debía ser fuerte! ¿Acaso ser carnívoro era tanto pecado?

Al fin terminó su ración; en ese instante vio el gesto de aprobación: podía irse pero debía limpiar su lugar.


Feliz por el peso que se quitaba de encima, tiró el fémur junto a la cabeza del hombre blanco que había capturado su tribu esa mañana.



Mañana...
tal vez nunca
la sombra trapera me cierre los ojos.

He vivido un manto de mentiras
la cuota del mesiánico chasquido del latir
inmolándome esquirlas en medianoche.

Supongo
presumo
-fantaseo-
con el lugar donde los días se equiparen a la vida
el sitio en que imprima las manos de ondina.


No creas
ni pretendas
que un roce de sopor invada el antro
en el que las rosas no murieron por azar.

Dame el silo de un descanso de alelíes
sin aroma,
rompe el quicio de quién sabe que la nada
se hace todo
-en el pecho-

y dime cómo

en qué momento

llorar la horfandad

de tu partida.

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