Pintura de Vladimir Kush
ORGÍAS AL DESAYUNO
...cada día
despiertan ansiosas y hambrientas. Con besos dulces succionan.
Anhelantes y excitadas beben. Así, enervadas, exhiben sus más
sensuales perfiles esperando yacer con él. Son de mil colores los
vestidos de velo con los que deliciosamente le sugieren sus figuras;
lo aman y él, incansable, seducido, permanece ardiente desde que
abre los ojos hasta que se le va el día. Qué adorable enamorado es
en el lecho. Orgiásticas delante de él, danzan lujuriosas sin parar
y liban del néctar de las flores. Lo antojan las coquetas... ellas,
como pañuelos de colores le abanican alientos y vida... ellas son...
¡las mariposas enamoradas del Sol!
EL LIBRETO
(Cuento)
...hoy,
como siempre, leo reincidente y sutil. Siento que se deslizan por
recovecos de mi mente todo el andamiaje, los personajes, sus voces,
las luces, las sombras, sobre todo estas últimas. Vuelvo a creer que
es una buena obra. De esa forma veo cómo se alza grandioso el telón,
aparecen gobelinos mágicos y discurren de nuevo, envalentonadas, las
memorias. De entre todo, recuerdo una escena en especial; había una
seguidora que encandilaba el alma, esa luz me hacia abarcar la
obertura, la trama, el desarrollo y el gran final. Al releer, venía
a mí la fuerza de esa creación. De fondo escuchaba el lamento de
los oprimidos que, al disminuir su quejido, dejaban aposentar a
plenitud en el hermoso hemiciclo la voz fuerte de un espíritu burlón
de figura indefinida que hablaba de los colores del espectro y del
movimiento suave de los cambios del paisaje sobre los valles.
Discurría sobre la vida de los mares y sus aguas multicolores, del
cielo y sus estrellas y de la gracia de sus nombres. Con argumentos
muy fuertes apabulló al auditorio, así fueron apagándose las luces
y entre sombras, se arrastraron los silencios. ¡Cómo quisiera
recordar una y mil veces ese apoteósico final! Recordar al autor,
los intríngulis de la puesta en escena, ver de nuevo a los
protagonistas, mirarlos en su metamorfosis sufrida. Pero hoy nadie
puede contar nada porque todos los que actuaron están muertos.
Murieron sin darse cuenta, los mató la misma obra repetida y la
crueldad del director y de los espectadores, que los fusionó a
todos.
Después de
haber releído el cuadernillo y de repasar cada una de sus frases, me
di cuenta que estaba escrito con tinta invisible, observé también
que nunca hubo tales cuadernillos, ni tal obra, menos actores y,
mucho menos... ¡yo! Solo fue un lapsus intelectus que tuve al
observar el poster de la obra "Los Indefinidos" del Señor
Pope Rodan, como lo llamaban en los círculos artísticos, en los de
la crítica y también en los de la prensa. Ese hombre tuvo la buena
fortuna de ver representada su obra de manera ininterrumpida durante
dos años en Brodway por allá en los inicios de los 30s. La obra de
Rodan era en realidad un buen discurso sobre las entradas y salidas
de los muertos vivos desde el mundo de las ideas y el poster que yo
estaba admirando, fue la vía para escapar hacia esos quiméricos
lugares. Dicen que la crítica muy gustosa acogió ese título.
Todos, director, libretista, productor, escenógrafos, maquillistas,
utileros, repito, todos en general, se sentían implicados con cada
palabra de ese del libreto; se sabían aliento vital del mismo; igual
le ocurrió a los espectadores que abarrotaron el teatro por cada
puesta en escena. Cuando terminó el segundo año, de forma
misteriosa uno a uno fueron desapareciendo, mientras el libreto se
convertía en un mamotreto, al punto que, hubo de intervenir la
policía para investigar las desapariciones y la "gordura del
tal libreto", sin poder determinar finalmente nada de las causas
del sobrepeso de ese libro, ni encontrar hacia dónde se fueron los
implicados en la obra y los espectadores. Esa investigación, después
de 90 y pico de años, aun no se ha cerrado.
Sigo
admirando y releyendo el poster. Tengo frío. No escucho los sonidos
de los motores de los carros ni la algarabía de la gente que va y
viene. Todos hablan a la vez pero lo único que escucho es el
silencio.
¡Qué
frío! ¿Estoy hecho de papel y las letras son mi sangre, pura tinta
seca?
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