La
Carta
Todo
estaba preparado con antelación y detalle; nada podía salir mal.
Terminó
de vestirse y al salir entregó la carta al mensajero quién con su
estruendoso ciclomotor aguardaba fuera desde hacía unos minutos.
Toda
su vida había querido ser alguien, un personaje conocido,
prominente, un líder con todas las letras pero siempre su
impulsividad echaba por la borda todo proyecto; su arrogancia
defenestraba todo tipo posible de amistad o acercamiento a alguien.
Sin
esposa, hijos ni tan siquiera un perro que le moviese la cola al
llegar del trabajo, su vida se había vuelto gris.
Era
un Don Nadie que a su muerte jamás sería recordado ni estaría en
los titulares de diario alguno.
Quizás
hoy todo cambiase, quizás su libre albedrío pudiesen romper con esa
racha de mediocridad a la que parecía confinado sin solución
posible.
Ingresó
en las oficinas en las que trabajaba desde hacía poco más de veinte
años
y
en las que aún seguía siendo un empleaducho más.
Un
brillo iluminó su mirada cuando divisó un sobre encima de su
escritorio. ¡Al fin sería alguien!
Echó
una mirada de satisfacción a los lados y sonrió. Abrió la carta
lacrada.
Al
día siguiente había logrado su objetivo: los titulares de todos los
diarios hablaban de la explosión que había causado su muerte, al
fin era famoso aunque más no fuese por un día.
*De
“Epígrafes propios y ajenos” 2007
De
mentira a Verdad
“Con
el anzuelo de la mentira pescaréis la verdad”
Polonio
(Hamlet)
Mentía demasiado. Nada era imposible para ella; capturar la luna y confiscarla en la palma de su mano, trastocar la esencia de las cosas en un fractal ilusionismo. Todo era tan fácil.
Querían
creerle. Lo ansiaban y ella no sería quién destruyera sus
ilusiones.
Se
los dijo pero como siempre creyeron sus mentiras, las tomaron como
universales verdades una vez más.
A
veces se sentía como aquel cuento del pastor y el lobo.
Esta
vez el lobo atacaría y ellos no podrían salvarla.
Por
eso lo hizo, por la devoción que ellos le ofrecían.
Nunca
supo por qué fingir una enfermedad Terminal había sido tan simple
pero quitarse la vida había costado tanto.
*De
“Epígrafes propios y ajenos” 2007
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