lunes, 24 de agosto de 2015

Sarah Petrone


Y envejezco 
Según pasan los años,… y envejezco…,
Algo, de mi, jamás pierde su encanto;
Ni la rudeza me acobarda un poco,
Ni las intrigas me perturban tanto…
 
Según pasan los años… y envejezco…,
No se endurece mi mirada; es blanda;
Ni se platea mi recuerdo, y siento
Que se mantiene fiel a lo que voy hablando…
 
Según pasan los años,… y aun contemplo
El lánguido avanzar de la de lo avanzado,
El rápido gemir de lo perdido,
Y el dulce despertar de lo esperado.
 
Según pasan los años,…y envejezco…,
No se detiene el tiempo en lo deseado,
Ni se precisa demorar la vida,…
Y repetirla… tampoco es necesario…


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TODAS LAS COSAS 
Me acomodo las gafas y en cuclillas
con el misal en las manos, la hora amansa
las fatigas de un dia provechoso
y te ofrezco, mi señora, mi descanso.
 
Desde el alba, labores y desvelos
han ocupado mi tiempo y mi esperanza
y ha traspasado el límite, mi ofrenda
y me he agotado otra vez, hasta mañana.
 
Todo lo di de nuevo hoy, sin retaceo alguno
por los hijos, al hogar, al hombre, los trabajos,
a las muchas situaciones de ésta vida
y que por suerte estabas Vos, para ayudarme.
 
Sostén y cautelosa compañía,
escucho tu voz muy dentro, cuando me hablas
desde cada rincón, donde mi mente
solo siente en el silencio, tu palabra.
 
Y en este devenir, las horas venturosas,
cuando deja mi cabeza sus sueños en la almohada,
qué bueno es encontrar que estás conmigo
desde el principio al final, siempre a mi

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