lunes, 8 de diciembre de 2014

Mario C.Lamique (Argentina)



LAZOS DE SANGRE

 

 Fue verla y saber ,con irrefutable certeza, que ella sería su compañera para siempre.

Sus ojos de vampiresa también se posaron sobre el.

Comenzaron su romance sabiendo que tenían todo el tiempo por delante.

Todas las noches salían ,no dejaron sitio sin visitar ni luna sin mirar, aunque, con apuro y cierta inquietud, buscaban ,sin falta, llegar antes del amanecer


 
Accidente espacial

 

Primero el golpe, el impacto contra la superficie de Marte, luego el calor de las llamas.

La nave incendiándose, Walter sentía un penetrante dolor en su cara y sus ojos eran como dos nubes con las que no podía ver con claridad.

Se sentían asustados y se presumían solos.

- No tan solos – señaló a los que se acercaban amenazantes-

- ¿Qué son? Preguntó Walter forzando la vista.

-                   No sé, son un algo.

 

Enzo dirigió la mirada hacia la nave casi destruida, luego la desvió hacia su compañero que trastabillante intenta caminar hasta quienes se acercaban.

 

- Somossss amiiiigosssss

-                   Veniiimoos en sooon de pazzz-, hablaban deletreando, por alguna razón se suele pensar que si no conocemos cómo habla la otra persona, si alargamos las sílabas, de esta manera sí nos hacemos comprender.

-                    

Como respuesta el líder disparó dando en la rodilla de Walter.

 

- Venimos de la Tierraaaa-, pudo decir, aún herido.

- ¿Planeta Tierra?-, preguntó el líder.

- Si-, contestó Walter, sin deletrear.

 - Oh, Tierra… Maradona-, dijo el líder.

 

Les perdonaron la vida aunque quedaron prisioneros y cada noche deben contar alguna genialidad del 10, sin inventar ni repetir.

En eso deben andar por estas horas, narrando jugadas, goles, tacos y hasta derrotas para poder estirar sus vidas, un día más, una gambeta más.


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