Marta Pizzo (Argentina)

 

Balas de tinta

Parece que fue siempre igual,

total, no sangra su papel,

y alguna voz confirmará:

la fuente huele a fiel.

Escribe en negro el escuadrón,

cañón, de teclas y fernet.

Gatillo cruel apretará

para matar la fe.

Balas de tinta son

con apetencia de comprar

hasta si pueden el honor,

la Tierra toda, el cielo, el mar.

Balas de tinta son

con gran señal a su favor,

en competencia desleal

acribillando todo amor.

Vieja rutina de engañar,

con tal de acumular.

Misión que corre tan veloz,

su voz tu andar lesionará.

Hay que enfrentar tanto disfraz,

para encontrar verdad.

Adiós palabras sin sostén;

¡Qué bien!, ganó la libertad

¡Gigante loco de ambición,

tenemos la expresión!

AQUÉLLA MADRUGADA

Te perdí...

Cuando recién te descubría.

Hay cosas

que nunca le perdonaré a la vida.

De golpe,

sin aviso, sin censura

dejaste pasar a la locura

aquélla madrugada.

Y me sentí indefensa,

obnubilada, estremecida,

no supe comprender lo que pasaba.

Recuerdo que temblaba de dolor.

Mis pies estaban fríos,

ya nunca más tendría tu calor.

Supiste hacer que yo te amara

tan sólo con darme tu semilla;

con tus caricias, tu bondad,

al hacer de mis días una poesía.

Viejo, te quiero...

Y sé que donde estés,

en este encuentro,

abrazarás un regocijo.

¡Si sólo pudiera devolverte

una pizca de lo que vos me diste,

y expresarte todo lo que antes no pude!

¿Por qué

te perdí cuando recién te descubría?

Hay cosas

que nunca le perdonaré a la vida.

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