DESESPERADO FINAL
Estaba harto de la vida, demasiados e intolerables
sufrimientos lo habían conducido a esa terrible decisión. Al
arrojarse al mar se sintió libre, pero al sumergirse su angustia fue
mayúscula; supo que no moriría ahogado, por todas partes los
tiburones se aproximaban.
en la cueva
A Fernando Iwasaki
Solía jugar con mis cuatro hermanos a que
nuestras recámaras eran los continentes. Éramos (de mayor a menor)
Alberto, de catorce años, Arturo, Arnaldo, Andrés y yo, Alfredito,
aunque no me gustaba que me dijesen así. No teníamos hermanas, pero
contábamos con amigas de nuestro colegio, con ellas a veces salíamos
a la calle o realizábamos reuniones con sanos divertimentos. Nuestro
hogar era aun más entretenido, sobre todo nuestras habitaciones;
nuestra familia era acomodada y cada quien tenía su propia alcoba.
La mía era Oceanía, en ella solíamos jugar a los piratas y
marineros, pero el lugar más interesante de la casa era el
dormitorio de Alberto, el cual era África, allí sucedían toda
clase de aventuras fabulosas. Un día éramos unos safaris buscando
fantásticas bestias, otro, una tribu de guerreros en pos de un
tesoro extraordinario. Alberto inventó un juego curioso, decía que
bajo su cama había una cueva muy profunda a la cual había que
descender para alcanzar la gracia de la madurez. Nadie se atrevía a
penetrar allí, nos daba miedo. Alberto fue el único que ingresó.
Se adentró en la oscuridad y se perdió en ella, de vez en cuando
escuchábamos suspiros, murmullos, algún alarido tenebroso. Nuestro
hermano desapareció varias horas, medio día; al anochecer salió de
allí con una sonrisa de satisfacción y nos pidió que por favor
desocupáramos su cuarto. Desde entonces no es el mismo, ya no juega
con nosotros, se ha apartado con sus propias amistades; todo ello me
entristece. Hoy, en su ausencia, me he filtrado en su habitación y
he pegado la oreja a la parte baja de su lecho, he escuchado algo,
una risita femenina que me atrae y repele a la vez, y que me
preocupa. Pues tarde o temprano todo varón ha de entrar en esa
cueva.
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