jueves, 1 de enero de 2015

Hernan Tenorio(Argentina)

¡Te hablo, Guitarrra
Quiero convocar a tu espíritu
para que se deslice
en una proyección canora,
por la acústica,
la magia del sonido

como el rayo carbónico
petrificado en las gotas
que estalla y se fractura,
la distorsión de los pedales de efectos
es el lamento de la electricidad atormentada

“Doble distortion a fondo”
y es como vidrios chirriando    
el ruido,
nido de águila agorera…,
le corta el paso

pero,
finalmente,
es acorralado por las melodías.  


De Guitarra nocturna. El ojo del mármol, Buenos Aires, 2013.



Perdura un aire rancio en estos poemas
es la mierda que pulula
las intransigencias de los absolutos
los absueltos
esos arbustos molestos que se comen a la Tierra
y defecan en las mentes
a cada paso
en el ferviente excremento del mundo
en lo sucio
en las cucarachas
que
como bien dijo alguien
“son un producto de la cultura”


De La voz diáfana (inédito)


La noche vocifera
“quiero estar en todas las fiestas del futuro
(sin…)
en los paralelismos binarios
subyacentes”

Aquellos abyectos remolinos de carburo
en los ojos
en las fiestas del futuro

como vocingleros conductores insolentes
que arrastran con la mano
lo que ocultan con la boca

Ese pesado objeto del deseo
tener el cetro
y los comodines aplastados bajo el pie

Una ancha cabellera de melanina
desnuda y olvidada
en el frío inmenso de los siglos
grita su estertor de amianto
porque
ahora
las culebras blancas lo han deshecho
una vez más
con la magia destructora    


De La voz diáfana (inédito)

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