Pintura Renzo Castaneda
CHICAS
CORRECTAS
A
Adriana
Nosotras,
las
que sí crecimos con Videla;
las
que supimos que el silencio es salud
cosiéndole
y descosiéndole la boca a las muñecas
a
la hora en que la abuela dormía la siesta;
las
que fuimos mujeres maravilla, mujeres biónicas,
mujeres
desnudas debajo de guardapolvos tableados,
mujeres
húmedas, mujeres aburridas;
las
que aprendimos a no pisar el césped,
a
poner la basura en su lugar,
a
cederle el asiento a las embarazadas y a los ancianos,
a
descender por la puerta trasera;
las
que levantamos la mano cuando queríamos hablar,
cuando
queríamos hacer pis,
cuando
queríamos llorar a los gritos;
las
que cosimos, bordamos,
abrimos
algunas puertas y nos tragamos las llaves de otras;
las
que acunamos bebés de Yoli Bell,
bebés
de ilusión, bebés de verdad;
las
que nunca tuvimos sexo con dos hombres a la vez,
o
con tres o con cuatro;
las
que jamás nos teñimos el pelo de rosa
ni
cultivamos una plantita de cannabis en la terraza
queremos
saber
en
qué nos equivocamos.
CANDY DARLING EN SU LECHO DE MUERTE
Muchacho. Muchacha. Pájaro.
Criatura sobrenatural
a la espera de la oscuridad,
la boca fragmentada
en pequeños gestos de sed,
el corazón flotando
en la memoria del humo.
Muchacho no. Muchacha no. Pájaro.
Repatriando la sangre doliente
-el abanico de leucemia que se cierra
sobre su cuerpo feroz como un poema
entre ceremonias y vapores-.
Las Muerte es una dulce excusa
para desnudarse hasta los huesos.
Y
brillar.
Foto ext.de google
Muchísimas gracias, Gladys!
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